En estos días en los que los boy-scouts andan de actualidad, de actualidad ajena a su intención y, sobre todo, ajena a las víctimas del tema que se denuncia, me vienen a la memoria detalles de la biografía de
Robert Baden-Powell, fundador del
Movimiento Scout.
A finales del siglo XIX, y de la mano de
Cecil Rhodes, participó en la represión de los ndebele, en la llamada por los británicos
Rebelión Matabele. Fueron años convulsos en el sur de África, con acontecimientos tan conocidos como las
guerras contra los zulús (inolvidables aquellas pelis de Michael Caine,
Zulú, y su secuela
Amanecer Zulú, con Burt Lancaster y Peter O'Toole), que supusieron la consolidación del
dominio británico en la región.
Baden-Powell participó en el sitio de
Bulawayo, cuando al más puro estilo
far west, las caravanas de colonos fueron acosadas por las tribus ndebele, que defendían sus tierras ante el imperialismo europeo. Aquella victoria militar permitió la fundación de la colonia de
Rhodesia, en homenaje a ese personaje tan apasionante como siniestro, Cecil Rhodes. También contribuyó Baden-Powell a la derrota de los
boers sudafricanos en otro asedio, el de la localidad de Mafeking
En contra de lo que afirma la novela
Beautiful Rhodesia, los restos mortales del fundador de los boy-scouts descansan en la localidad keniata de Nyeri, donde falleció en 1941. Junto a él, fue enterrada, en 1977, su esposa Olave.
Sí es cierto, en cambio, que la tumba de Cecil Rhodes se encuentra en la región de Matobo, al sur de Bulawayo, en el actual Zimbabwe.
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Tumba de Cecil Rhodes |