miércoles, 23 de diciembre de 2015

Pamplona Negra 2016

Como regalo de Nochebuena, o de víspera (porque de víspera de víspera se conoce el día), ya ha visto la luz el programa para la segunda edición de Pamplona Negra.

Del 19 al 23 de enero, gran ocasión para reunirnos en Baluarte (y alrededores) y hablar de novelas, películas, interrogatorios y otras actividades negras (incluso yo mismo asomaré un poco la nariz al escenario, el viernes 22).

 

martes, 22 de diciembre de 2015

¡Agotada!

Ediciones Traspiés ha anunciado que se ha agotado la primera edición de Oran ya no te quiere.

Se trata de una noticia estupenda, sin duda, pero que no habría sido posible sin el trabajo de la editorial, de la distribuidora, las librerías, el apoyo de periodistas y bloggers y, desde luego, la gran acogida del público.

Y después del jabón para el resto, qué narices, igual hay que pensar que he parido algo realmente bueno.

No te quedes al margen, pues.



 

jueves, 17 de diciembre de 2015

Orán ya no te quiere en El puente lejano

El puente lejano es el blog en el que mi amigo Iñigo Pereyra, prácticamente a diario, critica, comenta y recomienda películas, libros, música, series y cualquier tipo de expresión cultural que le interese.

Por el periodo histórico que toca y los escenarios en los que se desarrolla, yo ya intuía que Orán ya no te quiere le iba a gustar.

Lo que no pensaba es que le fuera a gustar tanto.




Conozco a Carlos Erice desde hace muchísimos años. De la misma quinta, hemos sido compañeros de curso en los largos años de formación en los Jesuitas de Pamplona. Conocía su gusto por la literatura y su currículum literario, por lo que me contaban amigos comunes y tengo que reconocer que éste que hoy reseño, es su primer libro que leo. En su mochila de escritor se pueden encontrar relatos y cuentos, algunos de los cuales han ganado importantes premios y otras dos novelas tituladas, "Beautiful Rhodesia" y "La granja de Perla". Generalmente tiene cierta querencia a tratar temas relacionados con los países africanos, su formación y relación con Europa, sobre todo en el aspecto de sus carreras por sus independencias en el pasado y destructor siglo XX. Todo ello mezclado con un aire fresco y personal de novela negra y suspense. 

Como no podía ser menos, en "Orán ya no me quiere", repite esta temática, aunque imbuyéndose mediante el cruce de historias, en la vida y cotidianidad de nuestra querida Pamplona. La historia nos presenta a tres personajes. Un joven inmigrante argelino, una chica de Pamplona y su abuelo, ahora inquilino de una residencia de ancianos. Si bien el hilo conductor se aprovecha de la joven Leire para dirigir la novela por las diferentes tramas que plantea el escritor,  es el anciano Peio Aranguren, quien representa la quinta esencia de la novela de Carlos Erice. Su deambular por la historia, desde el comienzo de la Guerra Civil española, su paso por Francia antes de embarcarse a Orán, la participación en la 2ª Guerra Mundial y la crisis de Argel, en la que la colonia francesa se ahogará en una terrible guerra civil y provocará el éxodo de los llamados "Pied noir", enmarcan la figura en el pasado y presente, del republicano Peio.
 
 
 

martes, 15 de diciembre de 2015

Así arranca... Orán ya no te quiere

No es cuestión de ir reventando historias, o de hacer spoilers como dice la gente guay, pero igual a alguien le apetece leer las primeras líneas de Orán ya no te quiere. Así que ahí las tenéis.


 


Café con sangre

 

El cuerpo se desplomó sobre la acera y, del orificio surgido en la nuca, la sangre corrió por entre las ranuras que separaban las baldosas.

Mansa y espesa.

Mezclada con la masa encefálica.

Como petróleo vertido en el mar.

Un Renault Dauphine blanco, matriculado en Orán, recogió al autor del disparo que, tras ocultar la Star en el bolsillo interior de su cazadora de cuero y abrir la portezuela, vociferó:

—¡Viva Argelia Francesa! ¡Viva Argelia Francesa! ¡De Gaulle, traidor!

Solo unos minutos antes, con las legañas todavía pegadas a los lagrimales, Rafael González había apurado cotidiano su café con leche, el tazón rebosante de sopas de pan del día anterior, la voz de Charles Aznavour acariciando cada rincón de la cocina de su pisito en rue Jules Verne.

Por delante, una nueva mañana de tranvía atiborrado de indigènes y europeos, de idiomas entremezclados y aromas hediondos, de paradas y más paradas hasta llegar a la gendarmería en avenue Sidi-Chami —una horita de lectura sosegada de los partes del turno de noche, sin novedad, afortunadamente todos sin novedad—, antes de arrancar la habitual y tediosa ronda a pie por las calles del distrito de Delmonte. Al atardecer, un paseo agradable del brazo de Gisèle que se habría puesto tan bonita como siempre y, tal vez, una copita helada de Ricard en la terraza del Café Lyon, frente al Mediterráneo, respirándolo, degustándolo, en charla distraída o silencio relajado, antes de regresar a casa, cenar, escuchar la radio y terminar juntos otra jornada de rutina deliciosa.
 


 

lunes, 7 de diciembre de 2015

La Orán de Peio Aranguren

Hoy te invito a un viaje en el tiempo, a un viaje a la Orán que encontró Peio Aranguren a finales de los años 30 del siglo pasado.

Sinagoga de Orán, hacia 1910

Pasea conmigo por el Vieux Port, la playa de Los Andaluces, Santa Cruz, los bares españoles, sus tranvías, la Vieille Mosquée y la Catedral, el Teatro de la Plaza de Armas, los monumentos a Juana de Arco y los Caídos en la Gran Guerra o el zoco bereber.

Viaja conmigo a Orán ya no te quiere.

 

jueves, 3 de diciembre de 2015