viernes, 10 de agosto de 2012

Las chicas de oro de Zimbabwe

A punto ya de clausurarse los Juegos Olímpicos de Londres, es hora de hacer balances. Cuando aún quedan varias pruebas por disputarse, las esperanzas del Comité Olímpico de Zimbabwe residen exclusivamente ya en las piernas de sus maratonianos.

La nadadora Kirsty Coventry consiguió colarse una vez más en varias finales, pero esta vez no pudo llevarse medallas. Pero ahí ha estado ella, liderando la natación femenina africana y animando al resto de deportistas de su país.

Lejos quedan ya aquellos Juegos Olímpicos de Moscú, en 1980, los primeros en los que participó Zimbabwe y en los que no pudo tener mejor estreno que la medalla de oro que obtuvieron las chicas de hockey sobre hierba, el mayor hito de la historia deportiva de su país hasta la irrupción de la nadadora de Harare. En este vídeo, a partir del segundo 30, podéis ver algunas imágenes de la hazaña de las jugadoras africanas.



Y ya que hablamos de la participación de Zimbabwe, es conveniente recordar la actuación olímpica de Rhodesia. Como colonia británica con comité olímpico propio, tomó parte en los juegos de Amsterdam 1928, Roma 1960 y Tokio 1964. Tras la declaración unilateral de independencia por parte de la comunidad blanca del país en 1965, no participaron en los de México 1968.

Su retorno a los juegos estaba previsto para Munich 1972, su equipo preparado y listo para viajar a Alemania. Pero la amenaza de boicot de sus vecinos africanos, llevó al COI a excluir a Rhodesia de los juegos.


Y ya nunca volvería, hasta que el nuevo Zimbabwe multirracial viajó a Moscú en 1980 para que sus chicas de oro se llevaran el título del hockey.

martes, 7 de agosto de 2012

Herederos del paraíso

Por estas fechas, muchas personas me piden que les sugiera novelas para el verano, que en esta época tienen tiempo para leer. ¿Qué pasa, que en invierno no comen ni duermen? ¿Solo se puede leer en verano? En fin, que me desmando y lo que quiero es hablar de otra cosa.

Como sé que a mucha gente le va la novela de intriga, con toques de historia y arte, hoy voy a recomendar una novela, navarra por supuesto, de J.L. Martín Nogales, Herederos del paraíso, que me he merendado entre lanzamientos de jabalina, triples de Kobe Bryant y cagadas de la selección española olímpica de fútbol.

Martín Nogales maneja el lenguaje de forma impecable y aparentemente sencilla, sabiendo dotar a su novela del ritmo que todo buen thriller requiere.
En el turbulento Madrid de comienzos de 1981, entre atentados de ETA, golpes de estado y manifestaciones ultraderechistas, el autor nos sumerge en una historia ágil en torno al robo de un objeto artístico del Palacio Real. Combinando ingredientes tan propios del género como el policía desencantado, la atractiva experta en arte y los oscuros intereses políticos, Martín Nogales establece un más que interesante paralelismo entre el declinar de los Austrias encarnado en Felipe IV y la restauración borbónica en la persona de Juan Carlos I (no deja de sorprender la coincidencia en el tiempo con los líos tan de actualidad en la monarquía española).

Herederos del paraíso es, pues, una novela adictiva, de ésas de las que cuesta desprenderse y que hará pasar un buen rato a quien se acerque a ella. Y con el añadido de una excelente ambientación en dos épocas tan apasionantes como la del Conde Duque de Olivares y la Transición española.