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jueves, 15 de enero de 2015

Pamplona Negra... 2015

No ha empezado aún y ya estoy pensando en la de 2016. Las ganas de que Pamplona contara con un festival literario de esta magnitud me pueden y, haber sido testigo de la gestación y, en plan comadrona, estar a punto de asistir al parto, hacen que no deje de pensar en que semejante tinglado resulte un éxito y esta sea la primera de muchas, muchas ediciones.

El mimo y el tesón que le ha echado Carlos Bassas, que se las apañado para encontrar aliados en Baluarte y la Filmoteca de Navarra, merecen que le hagamos la ola.

Ha conseguido reunir entre las paredes de granito de Zimbabwe del Baluarte a un grupo de criminales literarios y cinéfilos de primera.

Para mí va a ser la leche presentar la conferencia de Lorenzo Silva del miércoles 21; participar en la mesa redonda del 22 con el propio Carlos, Alejandro Pedregosa, Jon Arretxe y Javier Abasolo; conocer, por fin, a Paco Gómez Escribano, Víctor del Árbol, Alexis Ravelo, J.R. Biedma y tantos otros; ver pelis como La caja 507, la rescatada Distrito Quinto o Muertos comunes; asistir a las reproducciones de un par de escenas del crimen (uno de los puntazos del programa) y todo todito a cinco minutos de la Estafeta.

Vamos, que esta Iruña Beltza va a ser la hostia.

Ojalá sea un éxito y nos volvamos a ver, con más gente aún, en 2016.

Enhorabuena, Carlos Bassas.

Programa completo, del 19 al 23 de enero, aquí.

 

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Yonqui, de Paco Gómez Escribano

Paco Gómez Escribano arrancó su carrera novelística con dos thrillers esotéricos, El círculo alquímico y Al otro lado, publicados por Ledoria, en los que supo manejarse muy bien entre dos géneros tan complejos como el misterio y la fantasía.

Suelen decir que los buenos escritores crecen con cada libro, y con Yonqui Paco ha crecido un par de palmos, por lo menos.

Se ha ido a su barrio, Canillejas, a contarnos la vida del Botas, drogata y chorizo, en una novela negra pero negra de verdad, amarga, dura, repleta de drogas, sexo y rock&roll.

Empleando de forma sublime el lenguaje quinqui, nos baja a los infiernos de la heroína de finales de los setenta y principios de los ochenta, una jeringuilla que tantas vidas segó, en su barrio y en todas partes. Con estos ingredientes, Paco cocina una historia de muerte, de delincuencia, de amor y de redención, nos narra una vida avinagrada con toques de esperanza, y le acaba saliendo un libro que se nota que está parido con las tripas.

Dice Paco que con esta novela inaugura un género, el thriller quinqui.

Pero Yonqui es más, muchísimo más.

Lo ha bordao.

Y que siga.

miércoles, 11 de junio de 2014

Fin de la Feria del Libro de 2014

Este mediodía he visto en la plaza del Castillo cómo desmontaban las últimas casetas de la Feria.

Con un bonito colofón el sábado pasado en el que estuvimos presentando nuestro Peñas de Pamplona, una historia viva, di por terminadas mis excursiones y esos pequeños chandríos a la cartera (hay que ser prudente, tenemos San Fermín a la vuelta de la esquina).

Estos son, pues, los libros con los que me hecho para pasar las tardes del próximo verano:
  • El hombre selvático, de Ignacio Lloret.
  • Atrapados en el paraíso, de Patxi Irurzun.
  • Nada que perdonar, de Alberto Ladron Arana.
  • Sombras de la nada, de Jon Arretxe.
  • Nos vemos allá arriba, de Pierre Lemaitre.
  • Momentazos de los gigantes de Pamplona en el cine, de Ramón Herrera
Y, como decía, dependiendo de los estropicios sanfermineros, en julio buscaré lo último de Paco Gómez Escribano, Ismael Martínez Biurrun, Jose Javier Abasolo, Javier Díez Carmona, Juan Laborda y alguno más.

 

viernes, 5 de octubre de 2012

Novedades en Editorial Ledoria

Hace unos días recibí una nota de Ledoria, mi editorial, en la que informaban de la apertura de sus nuevas instalaciones, con librería propia, en la calle del Ángel, 8, en Toledo.
 
Sin duda, es una muestra más de la pujanza de esta editorial, de la cual me alegro un huevo.
 
Enhorabuena, pues, por sus novedades empresariales.
 
Y en lo tocante a las novedades literarias, afrontan el otoño con unas cuantas.
 
Recién salida de imprenta tenemos Al otro lado, un thriller esotérico de esos a los que nos acostumbra Paco Gómez Escribano. Según nos cuenta la sinopsis, Carmen, una joven periodista, decide escribir una novela sobre los campos de prisioneros franceses en el periodo posterior a la Guerra Civil, ya que su abuelo murió en el de Vernet. Para ello, concierta una cita con un misterioso anciano que asegura haber estado prisionero en el campo y que dice haber conocido a su abuelo.


Hace ya unas semanas, salió a la venta La caja de música y el filólogo asesinado, novela finalista del López Torrijos 2011, sí, la edición que ganamos Beautiful Rhodesia y yo. En esta novela, su autor, José J. Muñoz, entremezcla dos historias: la de una antigua prostituta que emigra a España desde la República Dominicana, y las averiguaciones que hace su agente literario acerca de un asesinato y otros sucesos extraños que se producen desde que llega a su poder el manuscrito.


 
En El balaje del Rey Salomón, de Lázaro Rodríguez Díaz-Delgado, su protagonista, Juan Centeno, un investigador privado que vive en un pueblo de la provincia de Toledo, Ocaña, recibe la llamada de una joven, María Blasco, rogándole que viaje a Santo Domingo de la Calzada para investigar la desaparición de su jefe, Lorenzo López de Haro, un historiador especializado en la Baja Edad Media.


Son solo tres muestras, tres, de las novelas que nos ofrece Ledoria para esta temporada, tres novelas con aire de thriller entre lo histórico y lo viajero.

Pero hay más.

Y ya tengo ganas de hincarles el diente. 

lunes, 7 de mayo de 2012

El círculo alquímico

Lo confieso. Hace muchos, muchísimos años, fui un friki de las novelas esotéricas. Devoraba a toda pastilla cualquier libro que tuviera que ver con templarios, santos griales, conspiraciones vaticanas y mensajes ocultos en pirámides o cuadros misteriosos. Recuerdo, por ejemplo, cuánto me enganché de adolescente a Philipp Vandenberg y La conjura sixtina o, incluso a El péndulo de Foucault de Umberto Eco.
Hasta que llegó el boom del decepcionante Dan Brown con El Código Da Vinci y me alejé del género, yo pensaba que para siempre.

Pero como la tentación vive ahí arriba, o ahí fuera, no he sabido resistirme a catar El círculo alquímico, de mi colega de editorial Paco Gómez Escribano.

Tal cual.

Y he flipao. Empecé a leerlo en una de estas tardes lluviosotorrenciales de abril y me ha reconciliado con el género, sí, sí, como lo leéis. Aunque este círculo es mucho más que esoterismo, mucho más. Paco te lleva de viaje, de Berlín a Toledo, a Jerusalén, a Estados Unidos y a El Cairo. Y te hace viajar también en el tiempo a través de una novela negra, incluso de espionaje, narrada con un ritmo trepidante forjado en sus diálogos y en la acción constante. De paso, además, me ha refrescado lo poco que recordaba de aquellas chulísimas clases de Historia del Arte de COU, con sus catedrales, sus frescos y sus pintores manieristas.

Paco fumando, como casi todos sus personajes

No contento con eso, El círculo alquímico dibuja una galería amplia de personajes, de entre los que me quedo con ese enigmático Boris Vasílievich y con los curas de todos los credos, uno de los cuales es navarro, como no podría ser de otra forma.

Pues eso, que Paco sí que vale y amenaza con otra novela para junio, también en Editorial Ledoria, creo.

Ganas tengo.

Lo malo de Paco es que es merengón. Y, por si fuera poco, también del Athletic.

Es que no somos na.