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lunes, 3 de junio de 2019

Libros para el fin de un imperio

Bajo este título que tan majo me quedó, la Biblioteca General de Navarra organiza una charla que tendré el gusto de dar el próximo martes, 11 de junio, a las 17:30, en la Sala de la Planta 1.






En marzo de 1961, movimientos guerrilleros atacaron haciendas de colonos portugueses en el norte de Angola. Así comenzaba una serie de guerras de independencia que finalizaría, trece años después, con la Revolución de los Claveles.


Lobo Antunes, Lídia Jorge, Pepetela, Mia Couto o Teolinda Gersão son solo algunos de los autores que comentaremos el próximo martes 11.


A través de sus obras, conoceremos una época cargada de violencia, traumas y explotación. Una época terrible que ha producido una literatura asombrosa en lengua portuguesa.


En ambos hemisferios.


Columna portuguesa en el norte de Angola. Hacia 1970. El cartel dice "Respeta la vejez".







viernes, 2 de septiembre de 2016

El mal, de Roberto Constantini

Este verano he tenido la ocasión de leer Tú eres el mal y Las raíces del mal, las dos primeras novelas que Roberto Constantini publica en español.

El autor, nacido en Trípoli (Libia), al igual que nuestro adorado Tim Pinks, crea en estas dos historias la figura del comisario Balistreri, una especie de alter ego del propio Contantini. Alter ego en lo biográfico, ya que Michele Mike Balistreri también es nacido en Libia, nieto de los colonos que la Italia de Mussolini envió a sus provincias de Tripolitania y Cirenaica en los años 20 y 30 del siglo XX.

Colonos italianos desembarcando en Libia en 1938 (www.paolocason.it)

Tal vez sea este el aspecto que más me haya atraído de ambas novelas, sobre todo de Las raíces del mal: el trasfondo histórico y político, ya que en Las raíces... se describen los modos de vida postcolonial de la comunidad italiana en Libia (tanto de la acomodada como de la más humilde) y sus relaciones con la población árabe (hasta el golpe de estado de Gadafi en 1969). En cambio en Tú eres el mal la corrupción y las conexiones mafia-política-Iglesia-televisión-empresariado son las que acaparan el mayor protagonismo.

En ambas novelas el hilo conductor de la trama es la investigación de distintos asesinatos de mujeres. En este aspecto Constantini dosifica la intriga con maestría aunque, como comento, no sea este el aspecto que más me atraiga, ya que me quedo con su estilo y con la ambientación del último medio siglo de historia italiana y libia.

Y, ah, por cierto, el autor también da muestras de un amor desaforado por el fútbol, que se observa en la relevancia que desempeñan en las dos novelas las tres finales mundialistas jugadas por Italia en las últimas décadas (México '70, España '82 y Alemania '06) y en los nombres de algunos de sus protagonistas (Lacatus, Hagi, Messi...).

 

miércoles, 24 de agosto de 2016

Orán ya no te quiere, en El Gato Trotero

A primeros del mes de junio, el blog cultural El Gato Trotero se hizo eco de Orán ya no te quiere. Como podréis observar en la reseña, la novela sigue gustando y yo no puedo hacer otra cosa que agradecer a todas aquellas personas que la recomiendan su labor para acercarla al público.

Poliki poliki, que dice mi madre.




Un perdedor es alguien que ha convivido con el fracaso; una persona caída del alambre sobre el que se camina para darle continuidad a la vida, merced a los caprichos de un destino que no le quiso colocar una red que le salvase del golpe seguro que aguardaba bajo sus pies. El mundo está lleno de ellos, de perdedores, porque de manera inexorable también contiene ganadores, que son los que, en cierto modo, conocen el lado luminoso del asunto.

Muchos piensan que los vencedores son siempre héroes por saber imponerse al que fue su enemigo, doblegarlo y someterlo a su voluntad, que suele ser violenta y voraz… y sin embargo, nada tiene sentido si en tu victoria no siembras la clemencia. Por el contrario, asumir el fracaso es un hecho profundamente heroico, es la épica de la lucha interior por levantarse, encontrar un motivo que no te haga claudicar aún cuando ha claudicado, de manera forzada, el orgullo y la dignidad.

Seguir leyendo la reseña...






 

viernes, 5 de diciembre de 2014

Una decisión peligrosa, de José Javier Abasolo

Pese al intento de conquista en 1512 por parte de Fernando el Católico (también conocido como el Falsario), en 1940 el Reino de Navarra sigue siendo un estado independiente a ambas faldas de los Pirineos.

Con esta premisa tan sugerente, José Javier Abasolo construye una ucronía (lo que los británicos llaman whatif) en su última novela, Una decisión peligrosa.

Nuestro viejo reino, encajonado entre la España franquista y la Francia ocupada por los nazis, mantiene una difícil neutralidad ante el conflicto europeo y el rey Teobaldo IV es la cabeza de la Iglesia Reformada de Navarra, una Navarra donde el protestantismo es la religión predominante, judíos y católicos son minoría y el Athletic Club ha ganado ocho ligas consecutivas (el autor no nos aclara si en su plantilla figuran jugadores franceses y riojanos).

A partir del asesinato del arzobispo católico de Pamplona y cardenal primado de Navarra, Abasolo construye un thriller político y de espionaje, en el que Iruñea es un hervidero de agentes secretos que tratan de arrastrar al pequeño estado pirenaico a sus respectivos bandos en guerra.

Pero, ante todo, y como cabía esperar, Abasolo ofrece una nueva lección de literatura policíaca, con personajes sólidos pero contradictorios (espectacular el comisario Da Silva) y una trama envolvente y de final, cómo no, inesperado; todo ello, como decimos, en un escenario histórico tan sugerente como atractivo que el autor maneja con solvencia para dibujar paralelismos con ciertas situaciones dramáticas sufridas en nuestra tierra.

La única duda que me queda, desasosegante, es la de cómo nos apañaríamos los pamploneses protestantes para honrar a San Fermín.

Que, por cierto, ya falta menos.

 

lunes, 6 de octubre de 2014

La fragilidad del neón, de Juan Laborda Barceló

Son varias las novelas ambientadas en la Argelia francesa y su guerra de independencia que, en los últimos tiempos, han llamado mi atención, desde Lo que el día debe a la noche y Los ángeles mueren por sus heridas de Yasmina Khadra hasta Asesinatos archivados, de Didier Daeninckx pasando por El arte francés de la guerra de Alexis Jenni, Hombres, de Laurent Mauvignier o Donde dejé mi alma, de Jérôme Ferrari.

Así que, en cuanto conocí el argumento de La fragilidad del neón, supe que me iba a interesar.

Linda Darnell
Y no me equivocaba.

Ramón Sandoval, un español exiliado en el París de 1961, es contratado por la actriz norteamericana Linda Darnell durante su visita a la capital francesa.

El siniestro Maurice Papon encarga a este antiguo comunista la protección de la estrella de Hollywood, ante un eventual atentado por parte de nacionalistas argelinos. Por su parte, Manuel, hermano de Ramón, combate en las filas del FLN al ejército colonial francés.

A través de esta trama, salpicada de innumerables referencias cinematográficas, históricas y artísticas, Juan Laborda construye un thriller que describe los años convulsos de la guerra de Argelia, el enfrentamiento a tres bandas entre De Gaulle, la OAS y el FLN y el sabor a derrota que acompañó durante décadas a los republicanos españoles exiliados en Francia.

Es esta una novela amarga, dura y vibrante, que mantiene el interés hasta alcanzar su culminación con la masacre de París, y que atrapa a cualquiera que comparta mi pasión por el final de la presencia colonial europea en África.

Ojalá que La fragilidad del neón alcance el éxito y la repercusión que merece.




 

sábado, 21 de diciembre de 2013

Yasmina Khadra

Bajo este seudónimo femenino, se esconde Mohammed Moulessehoul, el novelista argelino actual en lengua francesa más conocido a este lado del Mediterráneo.

Antiguo militar, su Trilogía de Argel, compuesta por las novelas MorituriDoble blanco y El otoño de las quimeras supuso su debut en el género negro. En dichas obras, Khadra expuso claramente sus opiniones sobre el conflicto que enfrentaba en los años 90 al gobierno argelino del Frente de Liberación Nacional (FLN), progresista y laicista, con el fundamentalismo religioso encarnado por el FIS (Frente Islámico de Salvación). Este hecho, unido a su preferencia por escribir en francés en vez de en árabe, le llevaron a abandonar el ejército e instalarse en Aix-en-Provence.

Pero, sin duda, la novela que le lanzó al estrellato fue Lo que el día debe a la noche, que recreaba el Orán cosmopolita de la época colonial, en la que convivían, no siempre, pieds noirs (de origen francés, español, italiano o maltés) con árabes, bereberes y judíos.

En este 2013 se ha estrenado la versión cinematográfica, de la que os dejo el tráiler:


Los conflictos entre comunidades y la discriminación racial son el marco en el que se desarrolla esta novela que navega entre lo histórico y lo costumbrista, lo romántico y lo social, ambientada en la ciudad que vio nacer a otro novelista argelino francófono, Albert Camus, desde los años 30 hasta la independencia de Argelia en 1962.

Recientemente se ha publicado en español Los ángeles mueren por nuestras heridas, en la que, a través de la supuesta autobiografía de Turambo, un boxeador musulmán, Yasmina Khadra regresa a ese Orán colonial previo a la Segunda Guerra Mundial.



Su forma de narrar, exquisita y cercana al mismo tiempo, constituye la clave de su éxito.

No lo perdáis de vista.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Aniversario de la independencia de Angola

El 11 de noviembre de 1975 fue proclamada la independencia de Angola. Tras cuatro siglos de presencia portuguesa, la joya del imperio colonial europeo más longevo alcanzaba su emancipación.

Pero ello no implicó el final de la guerra ni el nacimiento de un nuevo estado. A la huida de más de medio millón de africanos de origen portugués se unió el estallido de una guerra civil entre los tres grupos de liberación nacional, el FNLA, el MPLA y UNITA (con sus respectivos líderes, Holden Roberto, Agostinho Neto y Jonas Savimbi al frente), que habría de prolongarse durante otros veinticinco años. Ambas guerras, la colonial y la civil, terminaron por destruir una de las naciones más ricas del continente, como supo contarnos de forma magistral António Lobo Antunes en su novela Esplendor de Portugal.


Hoy en día, alcanzada la paz, Angola es uno de los motores de desarrollo económico en el África subsahariana. De hecho, se ha convertido de nuevo en la tierra prometida para miles de portugueses que abandonan su país debido a la crisis económica que azota Europa.

El periodista polaco Ryszard Kapuscinski escribió un libro maravilloso, Un día más con vida, que arranca con el angustioso éxodo de los colonos portugueses, los retornados, que dejaron atrás sus vidas africanas en aquellos meses de 1975 y describe el enfrentamiento entre los tres grupos antes citados. El MPLA fue apoyado por tropas cubanas y UNITA por el ejército sudafricano, en un nuevo escenario de la guerra fría que protagonizaron la URSS y Estados Unidos durante la segunda parte del siglo XX.



El realizador navarro Raúl de la Fuente está preparando una peli, la mar de prometedora, con guion de Carlos Bassas, basándose en el relato de Kapuscinski. En ella va a mezclar imagénes reales con técnicas de animación.

 

lunes, 5 de noviembre de 2012

El gafe del Himno a la Alegría

El 11 de noviembre se cumplen cuarenta y siete años de la proclamación unilateral de independencia por parte de los habitantes blancos de la colonia británica de Rhodesia del Sur.

Este era su himno nacional, Rise O Voices of Rhodesia, tomado de la Novena Sinfonía de Beethoven, que Miguel Ríos popularizara como Himno a la Alegría y que hoy es, curiosamente, el himno de otro proyecto político fallido, la Unión Europea.


A mí, al menos, me sirvió para crear una de las mejores novelas de espionaje en español de los últimos tiempos, Beautiful Rhodesia, ganadora del López Torrijos 2011.

Todo un etnothriller.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Lady Soames, última gobernadora de Rhodesia

Me anunciaba el otro día un amigo escocés, de origen papúo-neoguineano, que Londres, mientras clausura los Juegos Paralímpicos, se prepara para la celebración del nonagésimo cumpleaños de la Baronesa Soames.

Nacida el 15 de septiembre de 1922, Mary Soames, hija del Premio Nobel de Literatura y ex primer ministro británico Winston Churchill, sirvió durante la Segunda Guerra Mundial en el Servicio Voluntario Femenino, atendiendo las baterías antiaéreas que defendían Londres de los bombardeos alemanes.

En 1947 se casó con el político conservador Christopher Soames, de quien enviudó en 1987, y es Comandante de la Orden del Imperio Británico.

Su marido, Lord Soames, recibió en 1979 de la reina Isabel II uno de los nombramientos más difíciles de su carrera: el cargo de gobernador de la colonia británica de Rhodesia del Sur.

Fue ese el año en el que, fruto de los Acuerdos de Lancaster House, la República de Rhodesia perdió su independencia proclamada unilateralmente en 1965 y retornó al seno de la Corona británica. Se ponía fin de esa manera a quince años de gobierno de la minoría blanca, encabezada por su líder Ian Smith, y a una década de guerra civil.

La tarea del matrimonio Soames no fue fácil: desarmar a los distintos grupos guerrilleros y preparar al país para las primeras elecciones multirraciales y su independencia, bajo el nombre de Zimbabwe, en 1980, siendo ya primera ministra británica Margaret Thatcher.

Y fue Lord Soames quien firmó, en nombre de la Reina, el diploma de agradecimiento para el padre de Sandra Bokosa, protagonista de mi novela Beautiful Rhodesia, por sus servicios prestados a la Corona.

En el siguiente vídeo podemos observar a Lord y Lady Soames, dando la bienvenida a las autoridades internacionales que llegaron a Zimbabwe para asistir a aquella histórica proclamación de independencia.

 

jueves, 17 de mayo de 2012

La última de Bardem

No ha rodado con Penélope Cruz ni encarna al malvado en la de James Bond. La última de Javier Bardem es Hijos de las nubes. La última colonia, un documental producido por él y dirigido por Álvaro Longoria.

En esta peli, narrada por Elena Anaya, el actor nos acerca a la realidad del pueblo saharaui, casi cuarenta años desterrado en medio de la nada, en los campamentos de Tinduf, desde que su país fuera entregado por España y ocupado por Marruecos entre finales de 1975 y comienzos de 1976.
Ha sido premiada en el festival del Sahara y mañana, 18 de mayo, se estrena en cines. Al hilo de la situación actual en los países árabes en general y en el Magreb en particular, el director, de la mano de Bardem, nos guía por los tejemanejes diplomáticos y politiqueros que hacen que este pueblo continúe así, esperando, quién sabe si que con una nueva guerra a la vuelta de la esquina.

Sin estrenarse, algunos no han tardado en criticarla debido, precisamente, a la presencia de Bardem. Él afirma que le da igual, mientras se siga hablando del conflicto y no caiga en el olvido.

La que sí me ha causa cierta estupefacción ha sido alguna sinopsis que he leído por ahí, en la que dice que la película recuerda los tiempos idílicos de la presencia colonial española en el Sahara. No sé si será cierto, pero a quien así opine habrá que recordarle los sucesos de Zemla en junio de 1970, cuando siete manifestantes saharauis murieron bajo las balas de los legionarios españoles, así como la desaparición nunca aclarada, a manos de las autoridades coloniales, de Mohamed Basiri, líder nacionalista del movimiento que tres años más tarde se convirtiría en el Frente Polisario.

Yo, por si acaso, quiero ir a verla, con la esperanza de que algún día el pueblo saharaui pueda darle la vuelta, por fin, a su bandera.


lunes, 30 de enero de 2012

Gandhi, Sudáfrica y Bose (II)

A lo largo de los años 30, Gandhi se convirtió en referencia para el pueblo indio, ansioso por liberarse de la dominación inglesa. Al contrario que otros líderes revolucionarios, apostó firmemente por la no violencia y la desobediencia civil. Sus campañas de boicot a la ropa importada de la metrópoli llegó a ahogar la economía de ciudades industriales como Manchester y Liverpool y fue famosa su peregrinación en contra del monopolio británico sobre la extracción de la sal.

El inicio de la Segunda Guerra Mundial supuso un dilema para él. Pese a considerar, como otros miembros del Congreso Nacional Indio, inmorales los regímenes nazi y japonés, declaró públicamente que no podía enviar a los indios a una guerra por la libertad y la democracia cuando esa libertad y esa democracia eran negadas sistemáticamente a su propio pueblo. Solo apoyaría a Gran Bretaña si ésta concedía la independencia a la India. Aquellos primeros años 40 fueron época de revueltas y protestas contra el gobierno colonial, que las reprimió sin miramientos. El propio Gandhi acabó, una vez más, en la cárcel.

Gandhi y Bose
En cambio, Chandra Bose, otro de los líderes nacionalistas del país, no dudó en alinearse junto a las potencias del Eje, confiando en que una hipotética victoria de Alemania supusiera, por fin, la independencia de la India. Al igual que Gandhi, se licenció en Derecho en Inglaterra y, como él, presidió el partido del Congreso Nacional Indio. Pero, a diferencia del Mahatma, consideró que el camino para la independencia era el de la lucha armada.

Chandra Bose junto a dos oficiales alemanes
Con el apoyo de Hitler y los japoneses, fundó el Ejército Nacional Indio y presidió el Gobierno Provisional de la India Libre que combatió al Raj británico en Birmania. Tras la derrota de Japón, Bose falleció, presuntamente, en un accidente aéreo nunca aclarado.

En 1947, Gran Bretaña accedió, por fin, a la independencia de la India. Pese a su gran prestigio entre las comunidades hindú y musulmana, Gandhi no pudo evitar los motines y matanzas entre ambas y consintió, finalmente, la partición del país.

El 30 de enero de 1948, un fanático hindú, Nathuram Godse, acabó con su vida, a los 78 años de edad.

sábado, 28 de enero de 2012

Gandhi, Sudáfrica y Bose (I)

Este lunes se cumplen sesenta y cuatro años del asesinato de Mohandas Gandhi, el Mahatma, símbolo mundial de la no violencia y la desobediencia civil.

El riesgo de guerra civil entre las comunidades hindú y musulmana le llevó a aprobar, pese a no ser plato de su gusto, la partición de la India británica en dos estados, uno de mayoría hindú (Unión India) y otro de mayoría musulmana (Pakistán, que más tarde sufriría una escisión, denominada Bangla Desh). Esta decisión le costó la vida el 30 de enero de 1948.

Nacido en 1869 y abogado de profesión, el escaso éxito de su carrera en la India le llevó a aceptar un trabajo en Sudáfrica. Pese a estar acostumbrado al trato discriminatorio por parte de los británicos en su país natal, la situación de los no blancos en Sudáfrica supuso para él un cambio radical en su concepción de la vida.

En la inolvidable película de Attenborough y en la que Ben Kingsley estuvo simplemente espléndido, se rememora la humillación que sufrió el joven abogado Gandhi, impecablemente vestido con su traje de sastre inglés comprado en Londres, en un viaje en tren a Pretoria. Su pretensión de viajar en primera le llevó a ser golpeado y abandonado en un apeadero.



A lo largo de sus veintidós años en Sudáfrica peleó por los derechos civiles de la minoría india, muy numerosa sobre todo en las provincias de Natal y Transvaal. Sus métodos de resistencia pasiva y desobediencia civil obligaron al gobierno sudafricano a negociar con su Partido Indio del Congreso.

A su regreso a la India, en 1915, fue recibido como un héroe y abandonó paulatinamente su estilo de vida y vestimenta occidental y profundizó en la filosofía y la espiritualidad.

Y no tardó en erigirse en uno de los líderes del nacionalismo indio frente al colonialismo británico, junto a Pandit Nehru, Sen Gupta y Chandra Bose, entre otros.

Nehru y Gandhi

Continúa...

lunes, 16 de enero de 2012

Fraga en Guinea

Hoy me ha escrito un amigo ecuatoguineano, lamentándose de la muerte de Manuel Fraga Iribarne; para él, el hombre que concedió la independencia a su país. Es posible que desde aquí lo veamos de otra forma, pero en esa zona de África, mucha gente ve aún a Fraga como un libertador.

El 12 de octubre de 1968 la bandera española fue arriada en Santa Isabel, hoy Malabo, poniendo fin a más de dos siglos de colonización española.

El representante de Franco en aquella ceremonia fue Fraga. En esta fotografía lo vemos sentado frente al presidente electo de la nueva nación, Francisco Macías Nguema. Aquella fue una independencia tutelada, en la que España intentó conservar sus intereses económicos y mantuvo destacamentos de la Guardia Civil. Unos pocos meses más tarde, Macías decidió cortar de forma absoluta los vínculos con la metrópoli, eliminó a la oposición política y se autoproclamó presidente vitalicio. Los colonos españoles, muchos de ellos guineanos de nacimiento, abandonaron precipitadamente el país, dejando atrás sus posesiones. El barco que evacuó a los últimos colonos de la Guinea continental se llamaba, curiosamente, Ciudad de Pamplona.

Aquí os dejo este interesantísimo documental sobre la vida de aquellos hispanoafricanos y la nostalgia que sienten, aún hoy, por su tierra.

viernes, 11 de noviembre de 2011

46º aniversario de la independencia de Rhodesia

Kenneth Kaunda con Margaret Thatcher
En octubre de 1964, Gran Bretaña concedió la independencia a su colonia de Rhodesia del Norte, que adquirió el nombre de Zambia. Kenneth Kaunda fue elegido primer presidente de la joven república.

En cambio, la otra colonia que había heredado el nombre de su fundador Cecil Rhodes, Rhodesia del Sur, continuó bajo dominio británico, con un alto grado de autonomía ejercido por la minoría de raza blanca, que gobernaba el territorio. Esta minoría, temerosa de que el Reino Unido concediera la independencia a un gobierno formado por políticos de la mayoritaria raza negra, decidió proclamar su independencia de forma unilateral el 11 de noviembre de 1965, hoy hace cuarenta y seis años. Ian Smith, veterano de la Segunda Guerra Mundial, fue elegido primer ministro.

Ian Smith
Ni Gran Bretaña ni la ONU reconocieron al nuevo estado, que impuso una legislación segregacionista al estilo del vecino apartheid sudafricano, en el que aproximadamente 200.000 blancos disfrutaban de los derechos políticos, sociales y económicos que se negaban a una mayoría de 4.000.000 de habitantes de raza negra. En 1970 el gobierno blanco proclamó la república, desligándose así definitivamente de la corona británica, situación que ya se había producido, de facto, cinco años antes. Este hecho acarreó nuevas sanciones internacionales.

El siguiente vídeo nuestra cómo era el estilo de vida de los blancos tras aquella autoproclamada independencia, que derivó en años de guerra civil entre ambas razas. Desde luego, al verlo, no resulta difícil imaginar por qué los blancos llamaban a su país Beautiful Rhodesia.

Ni tampoco por qué los negros decidieron rebelarse.