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lunes, 6 de octubre de 2014

La fragilidad del neón, de Juan Laborda Barceló

Son varias las novelas ambientadas en la Argelia francesa y su guerra de independencia que, en los últimos tiempos, han llamado mi atención, desde Lo que el día debe a la noche y Los ángeles mueren por sus heridas de Yasmina Khadra hasta Asesinatos archivados, de Didier Daeninckx pasando por El arte francés de la guerra de Alexis Jenni, Hombres, de Laurent Mauvignier o Donde dejé mi alma, de Jérôme Ferrari.

Así que, en cuanto conocí el argumento de La fragilidad del neón, supe que me iba a interesar.

Linda Darnell
Y no me equivocaba.

Ramón Sandoval, un español exiliado en el París de 1961, es contratado por la actriz norteamericana Linda Darnell durante su visita a la capital francesa.

El siniestro Maurice Papon encarga a este antiguo comunista la protección de la estrella de Hollywood, ante un eventual atentado por parte de nacionalistas argelinos. Por su parte, Manuel, hermano de Ramón, combate en las filas del FLN al ejército colonial francés.

A través de esta trama, salpicada de innumerables referencias cinematográficas, históricas y artísticas, Juan Laborda construye un thriller que describe los años convulsos de la guerra de Argelia, el enfrentamiento a tres bandas entre De Gaulle, la OAS y el FLN y el sabor a derrota que acompañó durante décadas a los republicanos españoles exiliados en Francia.

Es esta una novela amarga, dura y vibrante, que mantiene el interés hasta alcanzar su culminación con la masacre de París, y que atrapa a cualquiera que comparta mi pasión por el final de la presencia colonial europea en África.

Ojalá que La fragilidad del neón alcance el éxito y la repercusión que merece.




 

martes, 18 de febrero de 2014

Asesinatos archivados, de Didier Daeninckx

El 17 de octubre de 1961, mientras en Argelia se libraban los combates más violentos de su guerra de independencia, una manifestación de argelinos de París, que protestaban por el toque de queda al que se veían sometidos, acabó en masacre.

Esa misma noche, en el fragor de la represión de los gendarmes, un profesor francés de Historia es asesinado. Veinte años después, su hijo, también.

En este marco histórico, Didier Daeninckx construye Asesinatos archivados (ed. Akal), una novela negra colosal que navega entre el thriller político y la intriga policíaca.

Siempre había pensado que los franceses habían tardado demasiados años (casi cincuenta) en sacudirse los fantasmas que rodean la descolonización de Argelia. Tenemos buenos ejemplos en la actualidad, Hombres, de Laurent Mauvignier, o Donde dejé mi alma, de Jérôme Ferrari.

Pero no, con esta novela me he llevado la sorpresa de que el señor Daeninckx ya lo hizo en 1983.

Con un ritmo perfectamente medido y todos los ingredientes del género (inspector de provincias, intereses gubernamentales ocultos, un poco de amor imposible), Asesinatos archivados nos lleva también al otro gran tabú que pesa sobre la conciencia francesa, la colaboración con los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

Desde luego, esta novela me ha chiflado, no solo porque toque palos de la Historia del siglo XX que siempre me han interesado, sino por la forma con la que el autor supo construir la trama.

Y en menos de 200 páginas, que no hace falta un kilo de papel para armar buenas historias, coño.
 

lunes, 24 de octubre de 2011

La masacre de París

Estos días se cumplen cincuenta años de lo que franceses y argelinos conocen como la masacre del 17 de octubre o masacre de París.

En aquel otoño de 1961 en Argelia se estaban librando los últimos pero al mismo tiempo más feroces combates de su guerra de independencia, guerra que concluiría en marzo del 62 para desembocar en la separación de Francia en julio de ese mismo año.

Esa situación de pseudo guerra civil que se vivía en Argelia se había trasladado en cierto modo a la metrópoli, donde la OAS, grupo terrorista de ultraderecha, opuesto a la independencia de los departamentos del otro lado del Mediterráneo, sembraba el país de bombas, día sí y día también, lo que provocaba las protestas de la población musulmana de la capital francesa.





El 17 de octubre de 1961 una manifestación convocada contra el toque de queda impuesto a los argelinos de París fue reprimida salvajemente. Hay cálculos que hablan de doscientos muertos, los gendarmes asesinaban impunemente por las calles y arrojaban los cadáveres al Sena. Cientos de familias fueron internadas en estadios deportivos, convertidos en campos de concentración y, finalmente, deportadas a Argelia.

Hasta la década de los 90, el estado francés no reconoció aquellos crímenes.

Solo hace cincuenta años.