lunes, 8 de abril de 2013

I Potes y Libros, con Patxi Irurzun

El próximo 22 de abril, lunes, a las 19.47, en la Peña Anaitasuna (calle San Francisco 14, Pamplona-Iruñea) inauguramos un ciclo literario-líquido, Potes y Libros, que hará las delicias de todas aquellas personas incapaces de echarse un pote si no lo hacen con un buen libro entre las manos.

Para empezar, tendremos la suerte de contar, como estrella invitada, con Patxi Irurzun, que nos hablará de su último éxito La tristeza de las tiendas de pelucas y de mil cosas más, que temas no le faltan.

No falles, la entrada es libre y tendremos la barra abierta, sed y muchas ganas de buenos relatos (y de vino, y de cerveza, y de lo que se tercie).

 

lunes, 25 de marzo de 2013

Lágrimas sobre Gibraltar

Alguna vez he comentado la escasa atención que la literatura española ha prestado a la novela de espías. Así como el género negro en castellano ha sido siempre pujante y en la actualidad vive una época de esplendor, los agentes secretos (tal vez por eso, por ser secretos) no han gozado de demasiada presencia en los escaparates de nuestras librerías. Afortunadamente, existen algunas excepciones, como las encarnadas por Andrés Pérez Domínguez y, en cierto modo, por Ignacio del Valle.

Pues bien, estos días he descubierto a alguien que puede erigirse en la gran figura del género. Me refiero a Carlos Díaz Domínguez y a su espléndida novela Lágrimas sobre Gibraltar.

Ambientada al final de la década de los 60, cuando Franco decidió cerrar la verja que separaba la colonia británica del resto de la Península Ibérica, Lágrimas sobre Gibraltar describe un plan para la invasión militar de la Roca.

Narrada con ritmo trepidante y exquisita perfección formal, nos introduce en un apasionante duelo de espías entre los entonces incipientes servicios secretos españoles, el Seced, precursor del Cesid y del actual CNI, y los legendarios MI5 y MI6 británicos. Para ello, Díaz Domínguez no duda en mezclar en la trama personajes de ficción con reales como Carrero Blanco, el premier inglés Harold Wilson y el propio Franco; incluso, el autor juega con la presencia del seleccionador español de fúbol Kubala y jugadores de la época como Asensi o Gento, pues un partido de fútbol entre las selecciones de España y Finlandia será la tapadera perfecta para concentrar a cientos de legionarios en la frontera gibraltareña.


Nos encontramos, pues, ante un novelón de esos que se leen en un suspiro, que hará las delicias de los amantes del género y vencerá las reticencias de aquellos que consideran que la novela de espías es un género menor.

Porque, ante todo, Lágrimas sobre Gibraltar es un ejemplo de alta literatura; eso sí, la mar de entretenida, algo que, desconozco la razón, repugna a tanta gente.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Tim Pinks

Estos días visita Pamplona el autor británico Tim Pinks. Resulta que esta mañana me lo he encontrado por ahí y hemos decidido quedar para compartir cervezas y libros.

Así que me he acordado del artículo que salió en noviembre de 2012 en blogsanfermin.com, al hilo de la publicación de su Bullseye.


Visitar La Casa del Libro en la Estafeta puede depararte sorpresas, como la que me cayó hace unos meses. Allí asistí al encuentro casual entre el escritor estrella de la calle, Carlos Erice Azanza, y otro autor, británico en este caso, llamado Tim Pinks.

Así que no tuve más remedio que salir con el último libro del escritor londinense nacido en Libia, Bullseye, debajo del brazo.

La edición española, que incluye la versión original en inglés y una brillante traducción al castellano, fue presentada en Pamplona y en Sevilla.

Se trata de un cuento largo, o una novelita corta, en la que el autor describe los sentimientos y peripecias de un miura embarcado para San Fermín.

No es la primera vez que me enfrento a este recurso literario, en el que un toro nos cuenta su vida. Abundan microrrelatos con este enfoque en el concurso que organiza este blog. Lo que hace destacable este libro es la habilidad casi poética con que envuelve la historia. Nos traslada de forma deliciosa y sencilla a ese mundo que solo los toros conocen, a esa Pastolandia (Pastureland) que combina magia y ecología y a esos cielos nocturnos que nos observan a través de las estrellas, que no son sino ojos de toro, de toro mítico y místico.

Y, desde luego, si algo demuestra Tim Pinks con esta obra, es un amor desmesurado por Pamplona y sus fiestas. Amor y profundo conocimiento, con momentos hilarantes como el de la cuadrilla de toros navarros que hablan mu-skera, se saludan con un Kowxo y hacen música en un grupo llamado los Imp-eka-bulls (este es un chiste muy local, difícil de explicar, pero que me ha provocado un buen descojono).

Por cierto, el año que viene Pinks cumplirá, si no me equivoco, los 30… Sanfermines.

En fin, este es un regalo más que recomendable para Navidad y, desde luego, para afrontar la primera cena de escalera de 2013.

jueves, 14 de marzo de 2013

Papa negro

Papa negro, así se ha conocido siempre coloquialmente al General de la Compañía de Jesús, el líder de la orden de los jesuitas. Se ha pretendido de esta forma ironizar con la idea de que los jesuitas constituían una especie de contrapoder en el seno de la Iglesia Católica.

Pues bien, con la elección anoche de Jorge Mario Bergoglio Francisco a partir de ahora en el cónclave de Roma, habrá que jugar con el concepto, con la existencia de un papa negro y un papa blanco o, incluso, con un papa gris. De todas formas, dejaremos el juego para aquellos que intentan desentrañar los misterios vaticanos.

Hoy me acordado de unos cuantos jesuitas, como Josefus o Germán, que los tenía un poco olvidados, y que, estén donde estén, se sentirán felices.

De lo que nunca me olvidaré es de sus lágrimas cuando mataron a Ellacuría.

Jesuitas y sus asistentes asesinados en la UCA de El Salvador (1989)


 

domingo, 10 de marzo de 2013

Literatura colonial portuguesa (IV)

Sin ser estrictamente una novela de ambiente colonial, la guerra que libró Portugal en África hasta mediados de los años setenta revolotea por todas las esquinas de Tu rostro será el último.

Su autor, João Ricardo Pedro, un ingeniero en paro que ganó con esta novela el premio Leya en 2011, arranca la narración cierto 25 de abril de 1974. Ambientada al inicio en una aldea con nombre de mamífero, desgrana la historia de una familia, los Mendes, marcada por el final de la dictadura salazarista, el shock que supuso para nuestros vecinos de península la guerra de Ultramar y la transformación que sufrió Portugal con la Revolución de los Claveles.

Es, desde luego, una novela de iniciación, de crecimiento y de madurez. Aunque, supongo, el retrato de la familia Mendes sea una excusa formidable para acercarnos a la historia reciente de Portugal, a los oscuros años de dictadura y represión, a la guerra en las selvas de Angola que enloqueció a tantos soldados portugueses, a unas gotitas de saudade por Lourenço Marques (hoy Maputo, la capital del entonces Mozambique portugués, la perla de su imperio colonial), y al regreso masivo de los cientos de miles de colonos expulsados de África, los retornados, empobrecidos y señalados por sus compatriotas metropolitanos, que les culpaban de la muerte de tantos soldados en una guerra que pretendía defender sus privilegios. 

Ricardo se apoya en una prosa aparentemente sencilla, pero poéticamente trabajada, para describir todos esos traumas lusos a través de los ojos y las manos de Duarte, nuestro Duarte, el hijo de la familia Mendes, pianista y futbolista frustrado, y admirador, a partes iguales, de Agostinho, Jordão, Van Basten y Johann Sebastian Bach.

Se supone que es su debut literario. Un debut deslumbrante y condensado en poco más de 200 páginas, algo impensable en el panorama editorial español, que jamás premiaría a un novel ni a un libro que pesara menos de un kilo.

País.
 

martes, 5 de marzo de 2013

Historias de Anaita

Anaitasuna, la sociedad a la que pertenezco, me ha invitado a formar parte del jurado de su I Certamen de Microrrelatos Historias de Anaita.

La convocatoria ya está en marcha y, si eres socio o socia de la SCDR Anaitasuna, txiki o mayor, euskaldun o castellanoparlante, tienes de plazo para entregar tu cuento (225 palabras máximo) hasta el 22 de marzo.

Anímate, cuéntanos alguna batallita, algún recuerdo, alguna anécdota o invéntatela directamente, que Anaitasuna tiene mucha historia y muchas historias que contar.

Aquí tenéis las bases del concurso.



Por último, quiero agradecer a la sociedad que hayan tenido en cuenta a la literatura a la hora de programar actividades, que la teníamos un poco olvidada.

A ver si hay suerte, se reciben buenos textos y este concurso se convierte en cita anual ineludible, que en esta tierra con hacer algo dos veces ya tenemos tradición de toda la vida.

martes, 26 de febrero de 2013

Música revolucionaria

Hace unos días, un grupo de ciudadanos portugueses, perteneciente al grupo Que le den a la troika, interrumpió el discurso de su primer ministro Pedro Passos Coelho en el parlamento, entonando la canción Grândola Vila Morena, himno de la Revolución de los Claveles. Hay que reconocerle al señor Passos el respeto con el que escuchó la protesta. En parlamentos más cercanos habrían sacado a esas personas a limpia hostia.


El caso es que se cree que esta canción del cantautor luso Zeca Afonso, emitida en la medianoche de aquel 25 de abril de 1974 por Radio Renascença, fue la señal convenida para que el Movimiento de las Fuerzas Armadas, conocidos como los capitanes de abril, diera el golpe de estado que acabó con el régimen salazarista y la guerra colonial y abriese las puertas de la democracia, por fin, a un Portugal sometido a más de cuarenta años de dictadura.

Esta creencia no es del todo exacta.

Faltaban cinco minutos para la medianoche cuando la emisora lisboeta emitió este Depois do Adeus, interpretada por Paulo Carvalho, y que había representado a Portugal, unas semanas antes, en el Festival de Eurovisión celebrado en Brighton y que ganó el grupo sueco Abba con Waterloo.


Esta canción puso en alerta a los oficiales del ejército portugués que, veinticinco minutos más tarde, cuando sonó el Grândola Vila Morena, pusieron en marcha el golpe que en pocas horas se extendió por todo el país y sus colonias africanas y asiáticas.

 

domingo, 24 de febrero de 2013

Wilbur Smith

Wilbur Addison Smith, nacido en 1933 en Kabwe (Zambia), en el seno de una familia de colonos británicos cuando este territorio se llamaba aún Rhodesia del Norte, es uno de los escritores de habla inglesa más traducidos y vendidos a escala mundial.

Pese a no ser demasiado conocido en España, en otros países de habla española, como Argentina, resulta todo un bestseller. Smith es, a mi juicio, el gran maestro de la novela de aventuras, capaz de llevarnos a escenarios exóticos, a los paisajes coloniales de su juventud, con un ritmo y unas tramas la mar de entretenidas.

Sus mayores éxitos se los debe a una serie de novelas, auténticas sagas familiares, protagonizadas por los Courtney y los Ballantyne, que describen la historia del sur de África desde la llegada de los primeros europeos a la zona en el siglo XVII hasta la actualidad. A través de esta prolífica obra, el autor desgrana conflictos amorosos, raciales o históricos, que incluyen la colonización, la participación sudafricana en las dos guerras mundiales, los regímenes de segregación racial en Sudáfrica y la Rhodesia de Ian Smith o el final del apartheid. Todo ello condimentado con ingredientes como el sexo y los intereses económicos que la emparentan claramente con éxitos televisivos yankis como Dallas, Falcon Crest o Dinastía, aunque aderezados eso sí, con oro, diamantes, leones, elefantes y la lucha de los pueblos nativos africanos por su emancipación.

Algunas de las novelas de más éxito de esta serie son Cuando comen los leones, Furia, El poder de la espada o Costa ardiente. Acaba de ser publicada en España El destino del cazador, de momento la última de la saga, en Duomo Ediciones, donde podéis encontrar también algunas de las novelas que componen su saga dedicada al Egipto de los Faraones.






 

viernes, 15 de febrero de 2013

El guardián invisible, de Dolores Redondo

Sobre que en este rinconcito a los pies de los Pirineos también se escribe novela negra ya hemos hablado en alguna ocasión en este blog. Y que la literatura navarra esté viviendo un momento dulce no es noticia tampoco.

Por eso produce una satisfacción brutal que Dolores Redondo, una de los nuestros, esté arrasando con El guardián invisible, la primera entrega de una trilogía policíaca ambientaba en el valle del Baztan, y que está contando con un espectacular lanzamiento editorial, no solo en la península Ibérica, sino también en toda Europa.

Redondo, nacida en San Sebastián y afincada en Cintruénigo desde hace años, nos presenta en esta novela a Amaia Salazar, vecina mía de la calle Mercaderes, inspectora de la Policía Foral y responsable de la investigación de una serie de crímenes producidos en los alrededores de Elizondo.

Este hecho, el que la Policía Foral se incorpore a la literatura policíaca, supone un atractivo tremendo para el público navarro. Si a ello le sumamos la currada que se ha pegado la autora para describir sus procedimientos de trabajo lo que los yankis llaman police procedural novel, algo no demasiado habitual en el género negro en castellano—; si a esto le unimos también cómo nos cuenta sus conflictos internos o de competencias con otros cuerpos policiales como la Guardia Civil; si además es capaz de trenzar una trama que juega con la mitología mágica vasca y los ciscos familiares; y si finalmente maneja todo con un ritmo narrativo sabiamente medido, uno puede explicarse perfectamente las claves del éxito de esta novela entre los fans del género.

Así que me alegro un huevo por Dolores.

Y por quienes escribimos literatura negra en esta tierra, claro.


Dolores, con el río Baztan detrás (foto Diario de Noticias)
 

martes, 12 de febrero de 2013

La caja de música y el filólogo asesinado

Ganar un premio de novela reporta, como podréis suponer, una alegría inmensa. Y si es la primera vez, ni os cuento.

Te llegan entrevistas, te entregan el premio, te conviertes en estrellita por un día.

Luego arranca el curro con la editorial, correcciones, maquetaciones, galeradas, lecturas, relecturas y el momento mágico de recibir el diseño de la portada.

Más tarde llegan las presentaciones, las firmas, autógrafos a algún despistao y asistir a la repercusión de la novela, tanto en ventas como en críticas.

Pero un poco más tarde, un año en mi caso, llega un momento aterrador, el de leer la novela finalista. En el López Torrijos 2011, que ganó Beautiful Rhodesia, la finalista fue La caja de música y el filólogo asesinado, de José Javier Muñoz.

Pavor, pavor es lo que sentía cuando la abrí. ¿Y si era mejor que la mía? ¿Y si el jurado se había columpiado con el fallo?

Es evidente que la subjetividad es inherente al veredicto de un concurso literario. Para mis padres, resulta obvio que Beautiful Rhodesia fue la mejor, no solo de esa edición del López Torrijos, sino de toda la literatura en castellano, por delante claramente del Quijote.

Yo no lo tengo tan claro. He disfrutado mucho esta caja de música. Tiene elementos en común con mi novela. Una cierta trama de intriga, un ambiente exótico, una estructura narrativa atractiva.

José Javier Muñoz nos lleva a la República Dominicana, de la mano de un agente literario que lee y evalúa la autobiografía de una antigua prostituta y que teme verse salpicado por un crimen relacionado con ese manuscrito.

Con estas premisas, Muñoz nos muestra una obra con pinceladas de novela social, de descripción de las mafias de explotación y turismo sexual e incluso de la situación de la inmigración latinoamericana en España.

Es también una novela de amor y un libro que desvela en cierto modo estrategias para medrar en el mundo editorial.

Como veis, es una novela la mar de completa en cuanto a temática, de lectura absorbente y hábilmente tejida.

Lo cual hace que, como decía aquel, me llene de orgullo y satisfacción haberme llevado ese López Torrijos 2011, tan inolvidable para mí.


***La caja de música y el filólogo asesinado, publicada por editorial Ledoria.


 

viernes, 8 de febrero de 2013

'Beautiful Rhodesia' en La Ventana Inventada

A Javier Díez Carmona, autor entre otras de Correr a ciegas y maestro en novelas con viaje, le gusta Beautiful Rhodesia.

No es mala referencia, pues.




Circuncisión masculina, la mejor solucción contra el SIDA” (¡¡!!)

Un agente del CNI y una detective de la policía de Zimbabwe unen sus fuerzas para resolver un asesinato incómodo, el de la joven hija del embajador español en la antigua Rhodesia.

Con este clásico argumento de novela negra, Carlos Erize nos invita a navegar por el pasado, presente y futuro de Zimbabwe, un país donde pobreza y corrupción caminan de mano del racismo, de la intolerancia de blancos contra negros y viceversa. Un país donde no sorprende la presencia de viejos criminales nazis adecuadamente camuflados y protegidos.

Beautiful Rhodesia fue una agradable sorpresa. Me acerqué a ella con precaución, sin más referencias que los comentarios leidos en facebook y esos fogonazos de historia rhodesiana que el autor cuelga en su blog. Pero pronto me vi enganchado en una trama bien estructurada, un argumento absorbente y una ambientación muy lograda. La habilidad del escritor para documentarse y la diversidad de sus fuentes parecen determinantes a la hora de ofrecer al lector un producto equilibrado y bien elaborado, que se devora en poco tiempo. Y que ganó el III Certamen de Novela Correduría López Torrijos.

jueves, 17 de enero de 2013

Ledoria, editorial solidaria

Hace unas semanas, al comentar algunas novedades para otoño de Ledoria, hablábamos del nacimiento del nuevo espacio que la editorial ha puesto en marcha en su ciudad, Toledo, en la calle del Ángel, número 8.

El pasado 21 de diciembre, durante el acto de inauguración del LIBROESPACIO, todo aquel que asistió con un kilo de alimentos no perecederos tuvo la oportunidad de llevarse un libro gratis a su casa.


El 15 de enero, Jesús Muñoz y Federico Dilla hicieron entrega de los alimentos así obtenidos a un comedor social y anunciaron la continuidad de este bonito programa cultural y solidario.

No puedo menos que felicitar a la editorial por esta iniciativa y sentirme orgulloso de que Beautiful Rhodesia haya podido dar de comer a alguien que lo necesite. Cosas así hacen grande, muy grande, a una editorial pequeñita.

¡Enhorabuena!

 

domingo, 13 de enero de 2013

Enrique Meneses y la guerra de Rhodesia

La semana pasada falleció Enrique Meneses, maestro de periodistas y uno de los grandes reporteros europeos de las últimas décadas.

Cubrió infinidad de conflictos armados, desde las guerras civiles en Zaire y Angola en los años 70 hasta la más reciente de los Balcanes, pasando por el tiempo que compartió en la Cuba de Batista con los entonces guerrilleros Fidel Castro y Ernesto Che Guevara..

Cuando yo era chiquitín, vi en la tele este reportaje de 1975, sobre la guerra de Rhodesia, en el cual lo que más me asombró fue la existencia de africanos blancos (excelentes, por cierto, las entrevistas de Meneses al obispo Abel Muzorewa, líder moderado de la mayoría negra del país, y a Ian Smith, primer ministro del gobierno blanco de Rhodesia). Quién sabe, quizás en este trabajo se halle, en cierto modo, mi interés por Zimbabwe y la génesis de mi novela Beautiful Rhodesia.

http://www.rtve.es/alacarta/videos/reporteros-de-la-historia-de-tve/rhodesia-prueba/896951/

Meneses pertenecía a esa raza de reporteros de guerra, de la que formaron parte gente como Pedro Erquicia, Diego Carcedo, Arturo Pérez-Reverte, Ángela Rodicio o Carmen Sarmiento, que, aun a riesgo de sus vidas, supieron hacer llegar a nuestras pantallas la crudeza de las guerras que han asolado nuestro mundo.

Aún quedan periodistas así, claro, pero con la que está cayendo uno no puede evitar preguntar a la clase política española qué cojones están haciendo con RTVE, que en tiempos fue una de las más prestigiosas del mundo a la hora de cubrir conflictos armados internacionales.

Meneses con el primer ministro rhodesiano Ian Smith
 

sábado, 12 de enero de 2013

Andreu Martín

Andreu Martín (Barcelona, 1949) es toda una referencia para la novela negra en catalán, esa gran desconocida para el público castellanolector. Aun así, su obra se ha abierto camino en el panorama editorial desde hace años y buena muestra de ello es el éxito de su última novela, Cabaret Pompeya, así como el de otras anteriores, como Barcelona ConnectionSi hay que matar se mata, que le han hecho merecedor de premios como el Ateneo de Sevilla, el Carvalho, La sonrisa vertical o el Hammet.

Estos días he tenido oportunidad de leer De todo corazón (De tot cor), con la que obtuvo el Premio Alfons el Magnànim en 2008.

En ella, Andreu Martín retrata ferozmente el mundo de la prensa del corazón, en una sórdida mezcla de colores, el rosa y el negro. Un tema como este, que podía ser perfectamente tratado en forma de parodia, en manos de Martín adquiere tintes desasosegantes, crudos y drámaticos, no exentos en algún momento de ironía y un toque socarrón.

Más allá de la historia, con personajes potentes (me maravillan los periodistas carniceros, las folklóricas, el inspector Miralles y, sobre todo, Lucas), De todo corazón supone un ejemplo de ejercicio literario, del tipo al que aspiramos muchos autores, como es el cambio de registros, de estilo incluso, que consigue de forma aparentemente sencilla mezclando distintas novelas en una sola.

Y, desde luego, consigue abrir en canal un mundo tan curioso como el de este tipo de periodismo, siempre tan exitoso.

lunes, 7 de enero de 2013

Protesto

Protesto.

Sí.

Pero no, no protesto por cualquiera de las cosas, las mil que tenemos alrededor, que nos dan motivos más que de sobra para ello. Ante esta situación he decidido abrir un paraguas, que intente taparme a mí y a mi gente más cercana, y esperar a que escampe. Egoísta, sí, pero de momento no doy para más.

Pero a lo que iba.

Protesto.

Me chiflan las pelis americanas de juicios y abogados, sé que algunas son malas, efectistas, americanadas en el peor sentido de la palabra, pero qué le voy a hacer, aplaudo con las orejas cuando el fiscal suelta su perorata y el abogado defensor suelta ese señoría, protesto.

Me pone. Supongo que me aficioné de crío con Corbin Bensen y aquella serie fantástica, La ley de Los Ángeles. Luego me dejaron con la boca abierta Vencedores o vencidos (Judgement at Nuremberg) esa maravilla sobre los juicios a los nazis tras la Segunda Guerra Mundial (hay que hacerles la ola a Spencer Tracy, Burt Lancaster y Montgomery Clift), y la mala hostia de Jack Nicholson en Algunos hombres buenos (A few good men)

En cambio, nunca había catado novela sobre el tema y estos días he disfrutado con la entretenidísima El veredicto, de Michael Connelly, la nueva estrella emergente de la novela policíaca norteamericana. No es alta literatura, no, pero es ágil, divertida, con unos diálogos magníficos y me ha hecho volver a aplaudir cuando el abogado Mickey Haller lanzaba sus diatribas.

Protesto.

Denegada.

Guau.