Este viernes 2 de marzo, a las 18.30, Carlos Bassas presentará en Elkar Comedias Justo, su nueva novela.
Por si se pone nervioso, yo estaré a su lado.
No os perdáis la oportunidad de conocer, de primera mano, el proceso de creación de esta novela que viaja con crudeza por una ciudad robada a sus habitantes, que sobreviven entre la nostalgia y la venganza, la violencia y la corrupción. Y siempre, siempre, bajo la particular forma bassiana de entender el lenguaje literario, cada vez más limpio, seco y directo.
Aquí os dejo la sinopsis para que vayáis abriendo boca...
La verdadera justicia debe ser fría, implacable, desapasionada. Y para aplicarla, Dios decidió que cada generación contara con treinta y seis Justos, los tzadik, hombres anónimos que mantienen el equilibrio entre el Bien y el Mal sobre la faz de la Tierra. Justo Ledesma es uno de ellos. Un viejo irascible que discurre por las calles de un barrio, el de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera, que ya no es el suyo; de una ciudad, Barcelona, que dejó de serlo hace tiempo. Un hombre cansado que, consciente de que su fin está cerca, decide saldar cuentas con su pasado; con un pasado que regresa de forma inesperada cincuenta años después.
Escrito en una primera persona de estilo directo y peculiar, Justo esconde un triple relato: el de una vida dedicada a una misión sagrada, el de una venganza y el de la nostalgia por un tiempo cada vez más lejano, por unas calles cada vez más ajenas, por una ciudad moribunda que se desangra víctima de sus propios deseos, de sus propios errores.
Por si se pone nervioso, yo estaré a su lado.
No os perdáis la oportunidad de conocer, de primera mano, el proceso de creación de esta novela que viaja con crudeza por una ciudad robada a sus habitantes, que sobreviven entre la nostalgia y la venganza, la violencia y la corrupción. Y siempre, siempre, bajo la particular forma bassiana de entender el lenguaje literario, cada vez más limpio, seco y directo.
Aquí os dejo la sinopsis para que vayáis abriendo boca...
La verdadera justicia debe ser fría, implacable, desapasionada. Y para aplicarla, Dios decidió que cada generación contara con treinta y seis Justos, los tzadik, hombres anónimos que mantienen el equilibrio entre el Bien y el Mal sobre la faz de la Tierra. Justo Ledesma es uno de ellos. Un viejo irascible que discurre por las calles de un barrio, el de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera, que ya no es el suyo; de una ciudad, Barcelona, que dejó de serlo hace tiempo. Un hombre cansado que, consciente de que su fin está cerca, decide saldar cuentas con su pasado; con un pasado que regresa de forma inesperada cincuenta años después.
Escrito en una primera persona de estilo directo y peculiar, Justo esconde un triple relato: el de una vida dedicada a una misión sagrada, el de una venganza y el de la nostalgia por un tiempo cada vez más lejano, por unas calles cada vez más ajenas, por una ciudad moribunda que se desangra víctima de sus propios deseos, de sus propios errores.