En este mundo en el que parece que la literatura se vendiera a peso, encontrar grandes novelas en doscientas páginas constituye, en sí misma, toda una alegría.
No conocía a Paco López Mengual. Bueno, y no lo conozco. Lo que quiero decir es que no le había leído nada. Pero, ya se sabe, te acercas un día a la librería de tu calle y te llevas un par de recomendaciones debajo del brazo.
Y el recomendador acierta, claro.
Como tema literario, soy muy forofo de la influencia de hechos pasados en comportamientos actuales, lo reconozco. Cuando una novela juega con este elemento, me tiene casi ganado. Pero sin estilo literario ni estructura narrativa adecuada no conseguirá derrotarme. En cambio, si además de estilo y estructura, le añade pinceladas de thriller histórico-político, de intriga amorosa y de novela negra, me ganará por goleada.
Y estos son los elementos más poderosos de El mapa de un crimen.
A esa trama compleja y bien resuelta, se le añade una estructura en forma de puzle, donde cada personaje ofrece su visión de los acontecimientos y su propia vida, a modo de mapa, precisamente. Unos personajes construidos sobre detallitos, sin necesidad de grandes descripciones ni biografías prolijas.
No hacen falta miles de páginas para conseguir un gran libro.
No.
A veces basta con doscientas.
No conocía a Paco López Mengual. Bueno, y no lo conozco. Lo que quiero decir es que no le había leído nada. Pero, ya se sabe, te acercas un día a la librería de tu calle y te llevas un par de recomendaciones debajo del brazo.
Y el recomendador acierta, claro.
Como tema literario, soy muy forofo de la influencia de hechos pasados en comportamientos actuales, lo reconozco. Cuando una novela juega con este elemento, me tiene casi ganado. Pero sin estilo literario ni estructura narrativa adecuada no conseguirá derrotarme. En cambio, si además de estilo y estructura, le añade pinceladas de thriller histórico-político, de intriga amorosa y de novela negra, me ganará por goleada.
Y estos son los elementos más poderosos de El mapa de un crimen.
A esa trama compleja y bien resuelta, se le añade una estructura en forma de puzle, donde cada personaje ofrece su visión de los acontecimientos y su propia vida, a modo de mapa, precisamente. Unos personajes construidos sobre detallitos, sin necesidad de grandes descripciones ni biografías prolijas.
No hacen falta miles de páginas para conseguir un gran libro.
No.
A veces basta con doscientas.