lunes, 23 de enero de 2012

Copa de África

Sí, lo confieso. Me gusta África. Y me gusta el fútbol. Así que desde este sábado ando pegado a la tele, siguiendo la Copa de África de naciones, que se está celebrando en Guinea Ecuatorial y Gabón.

El sábado, Teodoro Obiang, uno de los dictadores más antiguos del mundo, inauguró en Bata, capital de la Guinea continental, el campeonato que designará a la mejor selección africana. En el primer partido, Guinea Ecuatorial se impuso por un gol a cero a Libia. Como anécdota, cabe destacar que ese gol histórico lo obtuvo un madrileño, Javier Balboa, hijo de inmigrantes ecuatoguineanos en España. Pero no es el único español que ha regresado a la tierra de sus padres para vestir los colores de la Nzalang Nacional: Juvenal, Bodipo, Randy o, el caso más curioso, Iván Bolado, hijo de un colono nacido en Guinea cuando ésta era colonia española.



También es blanco Carlos Fernandes, portero de Angola, nacido en África, que defiende la camiseta del país que sus padres tuvieron que abandonar cuando se produjo la descolonización y la posterior guerra civil.

Del mismo modo que son ya muchos los futbolistas de origen africano integrados en selecciones europeas, me alegra que también ocurra al revés, que haya jugadores de origen europeo disputando la Copa de África.

Me gusta esta mezcla de colores, razas y fúbol.

Es el futuro.

Y el presente.

viernes, 20 de enero de 2012

En Onda Vasca

Mañana sábado, a eso de las once de la mañana, en Onda Vasca, Patxo Abarzuza, de Elkar, hablará sobre Beautiful Rhodesia en su espacio semanal de libros.

Aquí os dejo el enlace por si queréis escucharlo en directo. O poned la radio.

http://www.ondavasca.com/

A ver qué dice...

jueves, 19 de enero de 2012

Verano del 43

Hasta este blog suelen llegar visitantes de diverso pelaje: gente de mi cuadrilla, del trabajo, de mi familia (¡hola tita!), gente a la que le ha gustado mi novela, gente a la que no, gente que escribe, gente que lee y cae incluso quien gusta de los Sanfermines y las historias de espías.

Para estas dos últimas categorías rescato un artículo publicado hace ya algunos años en blogsanfermin.com.


Verano del 43

Una mañana de comienzos de julio de 1943, en plena II Guerra Mundial, Hans Schaeffer, nacido en Buenos Aires, de padres austríacos, tomó el Plazaola en la donostiarra estación de Amara. Su destino, como el de muchos otros oficiales y soldados alemanes destinados en el País Vasco-Francés, Pamplona y sus recién iniciadas fiestas de San Fermín.

Pero Shaeffer no era un oficial como los demás. De hecho viajaba de paisano y con pasaporte argentino falso. Su misión, en la que llevaba inmerso casi dos años, consistía en intentar desmantelar la red de mugalaris y contrabandistas que ayudaban a los espías y pilotos aliados derribados a cruzar la frontera franco-española, en su ruta de huida hacia el Gibraltar británico.

Se alojó en el desaparecido Hostal Burguete de la calle San Nicolás, situado más o menos a la altura del actual bar Iru. Durante esos días se hizo habitual de los encierros en un balcón de la calle Estafeta, de una barrera de sombra en nuestra Plaza de Toros y fue común encontrarle cenando en tascas del Casco Viejo tras la corrida para perderse después en los conciertos, bailes o espectáculos revisteriles que solía organizar el bar Baserri. Varias de aquellas noches las acabó en la bodega del Iruña (actual bar Subsuelo) donde, unido a una variopinta mezcla de nativos y visitantes, se pulía todo el vino que podía, cantaba al compás de guitarras y acordeones, intentaba ganarse la atención de las chicas de dudosa reputación que acudían a aquel antro y daba cuenta del caldico que les llevaba a las dianas y al nuevo día.

La noche del 11 al 12 de julio protagonizó en dicha bodega una agria disputa con el periodista sueco Stephan Johansson, al parecer por los favores de Rosa, una famosa prostituta de la calle Curia. Los dos hombres, envalentonados por el vinorro y el anís, salieron a la belena de Pintamonas dispuestos a resolver sus diferencias.

Hans Schaeffer nunca fue visto de nuevo en Pamplona.

Y el tal Johansson resultó ser Frank McCormack, nombrado unos años más tarde director adjunto del MI6, el servicio secreto británico.

lunes, 16 de enero de 2012

Fraga en Guinea

Hoy me ha escrito un amigo ecuatoguineano, lamentándose de la muerte de Manuel Fraga Iribarne; para él, el hombre que concedió la independencia a su país. Es posible que desde aquí lo veamos de otra forma, pero en esa zona de África, mucha gente ve aún a Fraga como un libertador.

El 12 de octubre de 1968 la bandera española fue arriada en Santa Isabel, hoy Malabo, poniendo fin a más de dos siglos de colonización española.

El representante de Franco en aquella ceremonia fue Fraga. En esta fotografía lo vemos sentado frente al presidente electo de la nueva nación, Francisco Macías Nguema. Aquella fue una independencia tutelada, en la que España intentó conservar sus intereses económicos y mantuvo destacamentos de la Guardia Civil. Unos pocos meses más tarde, Macías decidió cortar de forma absoluta los vínculos con la metrópoli, eliminó a la oposición política y se autoproclamó presidente vitalicio. Los colonos españoles, muchos de ellos guineanos de nacimiento, abandonaron precipitadamente el país, dejando atrás sus posesiones. El barco que evacuó a los últimos colonos de la Guinea continental se llamaba, curiosamente, Ciudad de Pamplona.

Aquí os dejo este interesantísimo documental sobre la vida de aquellos hispanoafricanos y la nostalgia que sienten, aún hoy, por su tierra.

sábado, 14 de enero de 2012

Pasaje a la India

En estos tiempos de comunicación instantánea, a la gente que nos dedicamos a contar historias y que tenemos un ego más grande que el acueducto de Lodosa, nos gusta consultar las estadísticas de Google para ver desde dónde nos sigue nuestro público.

Así, este blog literario, que apenas tiene unos mesecicos de vida, es visitado, no solo por gente de mi pueblo y de los alrededores, sino también por paracaidistas llegados de Estados Unidos, Francia, Australia, Inglaterra, Alemania, Argentina, Rusia o, incluso, de Letonia (qué estarías buscando, pillín).

Por eso, en esta época de relaciones internáuticas y electrónicas, me ha hecho una ilusión bárbara encontrarme esta mañana en el buzón, entre facturas y menús de restaurante chino, una tarjeta postal redactada (¡¡¡a mano!!!) en Kerala, en plenas navidades, por mi club de fans en la India.

La postal en cuestión muestra la imagen de Ganesa, deidad hindú de las artes y las ciencias, del intelecto y la sabiduría.

Su rasgo más característico es su cabeza de elefante.

Y no he entendido el chiste. Hace ya mucho que, al salir de la ducha, no presumo de trompa ante el espejo, queridos amigos.

miércoles, 11 de enero de 2012

El detective en casa

Hoy he ido a comer a casa de mis padres y, en la sobremesa, el patriarca Erice se ha puesto la txapela de Sherlock Holmes.

Circunspecto, ha abierto Beautiful Rhodesia por la página 135 y ha señalado la cuarta línea empezando por abajo.

—¿No debería poner Ainhoa donde dice Sandra?

El arrogante y joven escritor de la Estafeta no ha tenido más remedio que darle la razón, con lo poco que le gusta dar su brazo a torcer.

Un 10 para el veterano Sherlock Erice.

martes, 10 de enero de 2012

Puenting en Zimbabwe

Normalmente las noticias que suelen llegarnos de Zimbabwe están referidas a crisis alimentarias, a epidemias de cólera, a tongos electorales o al despiadado y corrupto régimen de Robert Mugabe. Pero estos días, el vídeo que ha dado la vuelta al mundo es el de esta australiana que salvó la vida en las Cataratas Victoria cuando, al hacer puenting sobre el río Zambeze, se le rompió la goma. Ella dice que fue un milagro y no le falta razón.



Desde luego, no puedo dejar de imaginar a un joven Patrick McCarthy, de excursión con sus compañeros del cole, escuchando las explicaciones del profesor Burroughs, en Beautiful Rhodesia.

Más de cien metros de desnivel. Casi dos kilómetros de anchura. Mosi-oa-Tunya le llaman los nativos, el humo que truena. El Zambeze precipitándose por la sima.


lunes, 9 de enero de 2012

Beautiful Rhodesia en Ajuste de Cuentos

Patxi Irurzun, con el que tuve la suerte de contar en la presentación de mi novela el pasado 16 de diciembre, dedicó a Beautiful Rhodesia un amable artículo hace unos días en su blog, Ajuste de Cuentos. Como auguraba en Dios nunca reza, no le han dado el Nadal, pero como él dice cuando se pone tontorrón, le basta con que el público disfrute con sus libros. Y lo consigue.


ETNOTHRILLER
Asomado a un balcón de la Estafeta, que como todo el mundo sabe es la calle más importante del mundo, uno puede ver hasta Zimbabwe, antes Rodhesia, aunque, claro, todo depende de quién mire, hay que tener vista de lince, o ser Carlos Erice, que acaba de publicar Beautiful Rhodesia, el primer etnothriller de la historia de la literatura (igual nos ponemos estupendos, pero ya que nos hemos inventado la etiqueta que luzca bien). El pasado viernes la presentamos, y fue una gozada. Asistir al nacimiento o el bautizo de un primer hijo literario, siempre lo es, sobre todo si te dejan estar ahí, de padrino, como estuve yo (que es una buena forma de estar sin estorbar mucho). Nos echamos unas risas y vino un buen puñado de gente, lo de buen en los dos sentidos, a acompañar a Carlos, al que luego se le quedó la mano tonta de firmar en la peña Anaitasuna, donde hicimos el tercer tiempo (le robo esto a Unai, uno de los bloggers de la bitácora sanferminera que Carlos y unos cuanto sanfermineros impenitentes mantienen abierta todo el año menos en sanfermines, como es natural).

'Beautiful Rhodesia' es, efectivamente, un etnothriller, una novela negra por partida doble, novela de espías e intriga, y que transcurre en el Africa negra, con pareja de investigadores mixta, un espía del CNI llamado Miguel Arnaiz y una policía zimbausea (¿se dirá así?). Tensión de todo tipo, sexual, racial, que se mantiene todo el libro y que se solventa al final y no, porque cuando acabas el libro todavía queda algo en el aire. Y además, una reflexión sobre el racismo, la realidad social de los últimos años en Zimbabwe... Todo eso, asomado a la Estafeta, desde donde Carlos, que no ha pisado Africa en su vida, ha armado muy bien armado (la cosa empieza a tiro limpio) este libro que recibió el Premio Lopez Torrijos de novela, editado por Ledoria.

Y además, Carlos Erice sabe ponerse muy bien para las fotos: obsérvese tras sus espaldas los libros que adornan sus estanterías: Resaca / Hank over, Cuentos sanfermineros, Dios nunca reza, Atrapados en el paraíso. Gran tipo, Carlos, y como ya se ha dicho en otra ocasión, llevando la locomotora de la literatura navarra lejos, hasta Zimbabwe y hasta donde haga falta.

miércoles, 4 de enero de 2012

Literatura colonial portuguesa (III)

António Lobo Antunes puede que sea el autor portugués que con mayor crudeza ha hablado sobre la guerra colonial, sobre la guerra de Ultramar como la conocían nuestros vecinos o las guerras de independencia desde el punto de vista de guineanos, angoleños y mozambiqueños.

Nacido en 1942, en Lisboa, y licenciado en medicina, cumplió su servicio militar en Angola donde fue testigo de las mayores barbaridades, que han dejado una huella profunda en su forma de entender la vida y la literatura.

Su estilo es complejo, monumental, muy trabado y trabajado, y su literatura le ha convertido, desde hace años, en candidato al Nobel.

Hace algo menos de un año que leí su Esplendor de Portugal, título que toma del primer verso del himno nacional luso. Narra las desventuras de una familia de retornados, de colonos portugueses en Angola que se ven obligados a regresar a la península cuando este país alcanza la independencia en 1975. Una península, un Portugal, que no es, desde luego, su país, como demuestra la madre de la familia que prefiere quedarse en África expuesta a los saqueos, a la guerra civil y al afán de revancha de los guerrilleros negros.

Como en un puzzle deslavazado y agobiante, sus capítulos son monólogos de prácticamente frase única, sin apenas puntos, piezas que el lector debe recomponer para entender el desarraigo de aquellos africanos blancos que recuerdan con nostalgia la riqueza de sus haciendas, sus privilegios, su dominio sobre la mayoritaria población negra y sus propias miserias y fantasmas familiares.

El racismo, el colonialismo y el desarraigo son tres temas que me apasionan.

Y su combinación magistral en manos de Lobo Antunes deja con la boca abierta.

Al menos a mí.

Imagen tomada de El País, cuando Lobo anunció, en 2007, que sufría cáncer

viernes, 30 de diciembre de 2011

Beautiful Rhodesia en Diario de Noticias

Reproduzco a continuación la entrevista que me hizo Ana Oliveira, ayer día 29, en Diario de Noticias, sobre la publicación de Beautiful Rhodesia.

Enlace a Diario de Noticias (29/12/2011)

Carlos Erice aborda el tema de la segregación racial en 'Beautiful Rodhesia'

Se trata de su primera novela, con la que ganó el certamen lópez de torrijos 2011
El hallazgo del cadáver de una joven vasca en Harare es el detonante de esta historia, editada por Ledoria

Pamplona. Autor de numerosos relatos, varios de ellos premiados, el pamplonés Carlos Erice Azanza obtuvo este año con su primera obra larga el Certamen de Novela López Torrijos 2011. Se titula Beautiful Rhodesia y aborda, en una mezcla entre literatura de espías y de viajes, los problemas de segregación que existen en un país del África negra como es Zimbabwe.

Carlos Erice nunca ha estado en Zimbabwe, antes Rodhesia. Su interés por este territorio surgió hace unos años, durante unos Sanfermines, "cuando conocí a una chica blanca de allí". Ella le trasladó una imagen "romántica" del país, "casi al estilo de la baronesa Blixen de Memorias de África". Sin embargo, poco después descubrió que ese era el punto de vista de los blancos, ya que al tiempo supo por un joven negro con el que se encontró en el comedor París 365 el tipo de segregación que habían sufrido sus padres durante años y el dominio político y económico de la minoría blanca. Y "al conocer dos perspectivas tan distintas sobre el mismo país, sentí curiosidad", indica el escritor, siempre interesado por los temas sociales.

Para restar distancia entre Zimbawe y Navarra, Erice apostó por colocar en el argumento algunos personajes reconocibles. Así, todo comienza cuando el cadáver de una joven vasca, hija del embajador español, es hallada muerta en Harare, la capital de la antigua Rodhesia. Miguel Arnaiz, ex guardia civil y agente del Centro Nacional de Inteligencia, recibe la orden de investigar las circunstancias que rodean esa muerte. Por otro lado, Sandra Bokosa, detective de la Policía Republicana de Zimbabwe, es la responsable del caso en su país. Entre ambos se establecerá una compleja relación personal y profesional en la que nada es lo que parece y en la que los dos deberán enfrentarse a la cerrazón de sus respectivos gobiernos, empeñados en ocultar la auténtica naturaleza del crimen. Y es que, hay muchas cosas escondidas en este bello territorio, incluso una de las más sorprendentes y desconocidas rutas de huida de criminales nazis.

Etnothriller Beautiful Rodhesia tiene un poco de todo. De novela de espías, no en vano el autor es rendido admirador de John le Carré, como también lo es de Manuel Vázquez Montalbán, de ahí los toques policíacos, y del sevillano Andrés Pérez Domínguez, que está obteniendo mucho reconocimiento con sus novelas ubicadas en la Segunda Guerra Mundial. En ese sentido, Carlos Erice cree que su novela se abre a un público muy amplio, ya que "lo mismo puede interesar a quienes les guste el género negro o los libros de viajes o los temas de inmigración", dice. Quizá la mejor definición fue la que utilizó otro escritor navarro, Patxi Irurzun, durante la presentación de este trabajo, que calificó de "etnothriller".

En todo caso, Beautiful Rodhesia ya está en la calle y Carlos Erice, satisfecho con el resultado, ya prepara otra novela. Aunque esa será una "tarea a largo plazo". Mientras, continúa con los relatos, casi siempre en torno a problemáticas sociales y a la marginación de las personas. Y, por supuesto, algún día espera visitar Zimbabwe.

Foto de Mikel Saiz, de Diario de Noticias