No sé qué nos da el final del África colonial portuguesa a los escritores navarros, pero es cierto que es un tema que aparece con cierta periodicidad en nuestra obra. Al guion que preparó en su momento Carlos Bassas para la versión cinematográfica de Un día más con vida y a la novela La granja de Perla, escrita por un servidor, se acaba de unir El sueño eterno de Kianda, flamante ganadora del Premio Benito Pérez Armas.
A través de los ojos negros de Kianda, londinense de Angola, asistimos al relato de la historia de su país, desde el levantamiento de la UPA contra el poder colonial en 1961 y la posterior represión por parte de los portugueses hasta la actualidad, pasando por la independencia de 1975 y la guerra civil que la sucedió.
Alternando épocas, puntos de vista y voces narrativas, Borja Monreal Gainza recorre cincuenta años de lucha y decepción, de discriminación racial y desigualdad social, de derrota y esperanza. Con un lenguaje cuidado y sin alardes, Borja combina las distintas visiones literarias que este conflicto nos ha dejado, desde la de Lobo Antunes hasta la de Pepetela, y las personifica valiéndose de la trayectoria vital de tres guerrilleros, la de sus parejas y la de unos hijos que tratan de comprender.
De este modo, la novela navega con éxito por el desencanto y la revolución, por la sensación de que la marcha de los colonos no supuso el final de la guerra ni de las desigualdades y retrata una sociedad angoleña actual muy capaz de adaptarse a los cambios y a las circunstancias.
En resumen, una gran novela de este joven escritor navarro-canario que resulta, sin duda, imprescindible para quienes sientan interés por el reciente pasado iberoafricano.
A través de los ojos negros de Kianda, londinense de Angola, asistimos al relato de la historia de su país, desde el levantamiento de la UPA contra el poder colonial en 1961 y la posterior represión por parte de los portugueses hasta la actualidad, pasando por la independencia de 1975 y la guerra civil que la sucedió.
Alternando épocas, puntos de vista y voces narrativas, Borja Monreal Gainza recorre cincuenta años de lucha y decepción, de discriminación racial y desigualdad social, de derrota y esperanza. Con un lenguaje cuidado y sin alardes, Borja combina las distintas visiones literarias que este conflicto nos ha dejado, desde la de Lobo Antunes hasta la de Pepetela, y las personifica valiéndose de la trayectoria vital de tres guerrilleros, la de sus parejas y la de unos hijos que tratan de comprender.
De este modo, la novela navega con éxito por el desencanto y la revolución, por la sensación de que la marcha de los colonos no supuso el final de la guerra ni de las desigualdades y retrata una sociedad angoleña actual muy capaz de adaptarse a los cambios y a las circunstancias.
En resumen, una gran novela de este joven escritor navarro-canario que resulta, sin duda, imprescindible para quienes sientan interés por el reciente pasado iberoafricano.
11 de noviembre de 1975, el ejército portugués abandona Angola |