Mostrando entradas con la etiqueta novela. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta novela. Mostrar todas las entradas

miércoles, 22 de febrero de 2017

El asesino del acantilado, de Antonio Manzanera

Antonio Manzanera es una rara avis en el panorama de la novela policial en castellano. Y digo rara avis porque le van los escenarios ajenos a la tradición policíaca peninsular: huye de los bajos fondos de Madrid o Barcelona o de los crímenes rurales y nos lleva a parajes poco habituales en nuestra literatura, no así en el cine, las series o las novelas extranjeras que nos gustan.


Así, Manzanera nos ha paseado en otras ocasiones por el Berlín de postguerra en busca de criminales nazis, por la Europa de la Guerra Fría con sus tramas de espionaje o por los Estados Unidos que vivieron el asesinato de Kennedy.


En una nueva vuelta de tuerca del paisaje Manzanera, con El asesino del acantilado viajamos a una California setentera y ochentera, al Los Angeles previo a los Juegos Olímpicos de 1984, con unos personajes que homenajean a Archer o Marlowe, donde además encontraremos mafia y asesinos en serie.


Siempre suelo decir que, para mí, en una buena novela policiaca la trama y el misterio son secundarios. Pero resulta que también te puede aparecer un cabrito como Antonio Manzanera que, además de lograr una acertada construcción de personajes, un lenguaje preciso y una estructura estimulante, te deslumbra con una trama compleja, desafiante y sorprendente, al más puro estilo de las novelas de misterio o enigma.


Si algo he achacado al autor en anteriores obras es que su estilo algo recargado podía provocar cierta frialdad o distanciamiento en el lector. Pues bien, en este caso Manzanera da con la tecla adecuada, emplea un lenguaje directo y conciso, logrando un equilibro perfecto con el resto de elementos que hacen de esta una gran novela.


Un novelista es bueno cuando crece con cada libro. Y Antonio Manzanera lo demuestra, sin duda, con El asesino del acantilado.



miércoles, 18 de enero de 2017

Secretos del Arenal, de Félix G. Modroño

Paso a paso, y desde hace ya un tiempo, Félix G. Modroño viene construyendo una carrera muy sólida, coronada en 2014 con el Premio Ateneo de Sevilla que conquistó con estos Secretos del Arenal.

Uno de los valores de esta novela es lo bien que mezclan las dos épocas y las dos geografías en las que está ambientada, un Bilbao de finales de siglo XX y una Sevilla de postguerra. Félix aprovecha esta circunstancia para combinar en sus dosis exactas tanto la intriga criminal como la histórica a través de la vida de dos mujeres separadas por los kilómetros y el tiempo, pero a las que la tragedia les ha tocado muy de cerca. Además, la trama nos permite viajar, a través de sus personajes, a la Sevilla golpista y revolucionaria de julio de 1936, a los viñedos de la Rioja Alavesa o a las estepas heladas en las que combatió la División Azul.

A este interés por desentrañar la intriga que recorre Secretos del Arenal hay que sumar otros dos valores, la calidad del lenguaje y la estructura narrativa que ha elegido el autor y la sensualidad que desprenden sus páginas, ya que Félix se ocupa de estimularnos los sentidos a conciencia, desde el olfato (muy logradas las descripciones de los aromas del vino y otros perfumes) hasta el tacto (podemos tocar la piel de los protagonistas en las escenas de sexo) pasando por el gusto (buen repaso a la gastronomía sevillana y vizcaina) y el oído (con música de Benito Lertxundi, por ejemplo).

Por tanto, nos encontramos ante una novela tremendamente bien escrita y que complacerá tanto a los amantes de las tramas criminales como a las personas interesadas por nuestro pasado reciente. A mí me ha gustado un huevo, desde luego.



viernes, 9 de diciembre de 2016

Mal trago, de Carlos Bassas

Sé que hablar bien del libro de un amigo suena a último partido de liga con Osasuna jugándose el descenso, pero me da igual, sería una pena para quienes no lo conocen no comentar sobre él.

Mal trago es la tercera entrega de la saga Corominas, que arrancó a lo grande llevándose el Ciudad de Carmona y que mejoró con Siempre pagan los mismos.

Decía el otro día Carlos Ollo que sabes que una serie de novela negra es buena cuando la intriga y dar con el culpable te la soplan. Y esto es lo que está consiguiendo Bassas con la excusa de este Corominas, hacer literatura. De la buena. De la mejor.

Que aparezca algún cadáver infantil ayuda a alimentar el misterio, claro que sí, pero lo mejor de la novela es, una vez más, la amargura social que se vive en esa (nuestra) Ofidia y, como contrapunto, el canto a la amistad, tanto a la que surge en el seno de la familia, como a la que se fragua desde la infancia y, sobre todo, a la que se cimenta al compartir horas y horas de trabajo.

Pues eso, que recomiendo a ciegas Mal trago.

De Carlos Bassas.

Aunque no me hagáis mucho caso.

Que es amiguete.

Rezando a san Raymond Chandler para que me dé el talento del señor sentado a mi izquierda (Foto de Miguel Izu)

martes, 15 de noviembre de 2016

El jardín de cartón, de Santiago Álvarez

En ese enorme contenedor que supone la etiqueta género negro y que puede estirarse tanto como la filosofía del Athletic, de un tiempo a esta parte ha surgido un subgénero que bien podríamos calificar de negrofestivo.

En Pamplona lo conocemos bien, no en vano existen al menos tres novelas negras ambientadas en Sanfermines: Las lágrimas de Hemingway, de Reyes Calderón; Un extraño lugar para morir, de Alejandro Pedregosa; y El asesinato de Caravinagre, de Miguel Izu. A esos tres títulos podemos añadir dos más, El próximo funeral será el tuyo, de Estela Chocarro, y Sin retorno, de Susana Rodríguez, novelas en las que las fechas sanfermineras, si bien no constituyen el escenario principal, sí ocupan un amplio papel en el desarrollo de la trama.

Pues bien, acaba de unirse a la fiesta, nunca mejor dicho, Santiago Álvarez, quien nos ofrece su visión negra (o la de sus protagonistas) de las Fallas valencianas en El jardín de cartón.

Tras su debut con La ciudad de la memoria, Álvarez regresa a los escenarios valencianos y a las corruptelas político-financieras, a través de la peculiar mirada de sus protagonistas, Berta y el detective Mejías, el gran hallazgo de la primera entrega de la serie. Esta pareja de investigadores, tan alejada y al mismo tiempo cercana al tópico del género, vuelve a constituir el punto fuerte de la narrativa de Santiago Álvarez. Presentar a un detective privado actual que se rige por todos los estereotipos del private eye norteamericano clásico supone una apuesta arriesgada, ya que se puede caer fácilmente en la parodia o, incluso, en la caricatura. Pero no, no, Santiago Álvarez consigue dar credibilidad a Mejías, tal vez equilibrado por Berta, su ayudante-socia-compañera, una joven con los pies en el suelo y que aleja al detective de la posibilidad de convertirse en un personaje bufo. Posibilidad que siempre bordea, dicho sea de paso, pero que al final consigue esquivar.

Además, Santiago Álvarez continúa homenajeando al género negro, con las citas que encabezan cada capítulo y el aroma a un Bogart perdedor y con gabardina que impregna la novela.

Y, al igual que en la primera entrega, El jardín de cartón supone todo un ejercicio de repaso histórico, en este caso a las primeras décadas del siglo XX valenciano, que, en cierto modo nos recuerda al Mendoza de La ciudad de los prodigios y los conflictos de clase.

Brindemos, pues, por el dúo Berta-Mejías, un tándem perdedor, sin duda, pero un tándem lleno de dignidad.


miércoles, 9 de noviembre de 2016

Orán ya no te quiere, en Kermés Literaria

Hoy recogemos esta exhaustiva reseña de Orán ya no te quiere, publicada por Juan Laborda Barceló el pasado 10 de octubre en Kermés Literaria.

Me alegra mucho que, un año después de su publicación, mi última novela siga gustando y dé pie a análisis tan sesudos.



Orán ya no te quiere, Carlos Erice Azanza, Editorial Traspiés, 312 páginas, 2015.

Existen cajones de la historia en los que la literatura ha buceado poco, pero cuya potencia olvidada es todo un filón. Cuando alguien los abre y navega por ellos puede conjugar la recuperación de momentos clave con altas cotas de reflexión. Uno de esos cajones es -Camus mediante- la compleja y sangrienta descolonización de Argelia.

La acción de Orán ya no te quiere se abre con un atentado de la OAS (la temida Organisation de l'Armée Secrète) al que se regresa en los capítulos finales, cerrando el círculo de una historia bien contada. La obra de Carlos Erice da lo que promete –lo cual no es poco, todo lo contrario- envuelto en unas formas que son muestra de dominio del lenguaje. No en vano utiliza varias voces y diversas maneras de aproximación a la trama a través de las mismas. El diario de la joven pamplonesa Leire Aranguren está construido en una verosímil y personalista primera persona, los recuerdos históricos de su abuelo Peio con un narrador omnisciente, y algunos de los pasajes en los que la nieta visita a su familiar aparecen con una ágil y decidida segunda persona. El estilo varía según los pasajes, pero hay un predominio de eficaz sobriedad, frases cortas, repeticiones rítmicas y sonoras, cierta sequedad en las construcciones y significados sobreentendidos. Todo ello inundado de una sugerencia muy agradable en la lectura y de una belleza puntual bien escogida y tratada.

martes, 13 de septiembre de 2016

Dile a Marie que la quiero, de Jacinto Rey

Vivimos una época en la que nos hemos acostumbrado a ver a diario personas que huyen de las guerras y de la miseria, gente de África o Asia que busca refugio en Europa.

Hace setenta años era el europeo el pueblo que huía de la guerra y el fascismo. Dile a Marie que la quiero es la historia de una familia, en este caso una alemana de origen judío, que intenta escapar de la persecución nazi.

Bregado en la novela negra, Jacinto Rey se aleja del género (aunque asoma en el comportamiento criminal de alguno de sus protagonistas) para relatar esta historia coral, en la que no solo asistiremos a la lucha por la supervivencia de esta familia fugitiva sino que conoceremos a multitud de personajes que les ayudarán, volcados especialmente en la protección de la pequeña Marie.

El autor nos lleva a ritmo de vértigo por los distintos escenarios (Berlín, Provenza, París, Bretaña-Normandía), adereza la trama con escenas de acción y tramas amorosas y, sin profundizar demasiado en los caracteres de los personajes, algo estereotipados, nos ofrece una imagen fiel de la Europa asolada por la Segunda Guerra Mundial.

En resumen, Dile a Marie que la quiero es una novela amena, fácil y rápida de leer, pero que no por ello nos impide reflexionar sobre la vergüenza que vivió Europa hace setenta u ochenta años.

Y, por qué no, sobre la que vive ahora.


jueves, 8 de septiembre de 2016

Camina la noche, de Álvaro Silva

Siempre he defendido, cuando me enfrento a una novela negra, que me interesan más las motivaciones que llevan a las personas a comportarse de un determinado modo que la propia intriga que se desprenda de la obra. Vamos, que me interesan más los personajes que los misterios.

Lo mismo me ocurre para cualquier otro tipo de novela. Si me apuras, para cualquier tipo de obra de ficción, sea en el medio que sea.

Por eso, aunque no es precisamente una novela negra al uso, Álvaro Silva me ha deslumbrado con Camina la noche, la historia de un error policial en el Madrid de los últimos días de julio de 1936, donde conoceremos a un desdichado,  confundido con un colaborador del golpe militar y que acaba siendo arrestado y sometido a tortura.

Con esta premisa tan amarga y dura, tan amarga y dura como la época en que la novela está ambientada, el autor nos presenta a los distintos personajes implicados, todos ellos, en principio, buenas personas, pero a los que los acontecimientos les llevarán a comportarse de un modo u otro. No se trata de una novela sobre la Guerra Civil con personajes malvados y fanatizados, no, sino precisamente de todo lo contrario. Los protagonistas son honestos, ecuánimes, justos, pero la cobardía, el amor, el sentido del sacrificio, el afán de supervivencia, el heroísmo o el sentido común determinarán su comportamiento.

Álvaro Silva huye del maniqueísmo y su prosa contundente y la administración hábil de información hacen que quien lea esta novela permanezca pegado a sus páginas, intrigado por las pesquisas policiales y la peripecia vital de sus personajes.

Si a estas virtudes unimos una serie de reflexiones, perfectamente engarzadas en el desarrollo de la acción y el carácter de sus protagonistas, sobre el sentimiento religioso, el sentido de la vida, la culpa, el amor o el perdón, podemos decir que Silva ha sabido emparentar con éxito Camina la noche con el humanismo literario del siglo pasado, desprendiendo un nada oculto aroma a Unamuno y Camus.


viernes, 2 de septiembre de 2016

El mal, de Roberto Constantini

Este verano he tenido la ocasión de leer Tú eres el mal y Las raíces del mal, las dos primeras novelas que Roberto Constantini publica en español.

El autor, nacido en Trípoli (Libia), al igual que nuestro adorado Tim Pinks, crea en estas dos historias la figura del comisario Balistreri, una especie de alter ego del propio Contantini. Alter ego en lo biográfico, ya que Michele Mike Balistreri también es nacido en Libia, nieto de los colonos que la Italia de Mussolini envió a sus provincias de Tripolitania y Cirenaica en los años 20 y 30 del siglo XX.

Colonos italianos desembarcando en Libia en 1938 (www.paolocason.it)

Tal vez sea este el aspecto que más me haya atraído de ambas novelas, sobre todo de Las raíces del mal: el trasfondo histórico y político, ya que en Las raíces... se describen los modos de vida postcolonial de la comunidad italiana en Libia (tanto de la acomodada como de la más humilde) y sus relaciones con la población árabe (hasta el golpe de estado de Gadafi en 1969). En cambio en Tú eres el mal la corrupción y las conexiones mafia-política-Iglesia-televisión-empresariado son las que acaparan el mayor protagonismo.

En ambas novelas el hilo conductor de la trama es la investigación de distintos asesinatos de mujeres. En este aspecto Constantini dosifica la intriga con maestría aunque, como comento, no sea este el aspecto que más me atraiga, ya que me quedo con su estilo y con la ambientación del último medio siglo de historia italiana y libia.

Y, ah, por cierto, el autor también da muestras de un amor desaforado por el fútbol, que se observa en la relevancia que desempeñan en las dos novelas las tres finales mundialistas jugadas por Italia en las últimas décadas (México '70, España '82 y Alemania '06) y en los nombres de algunos de sus protagonistas (Lacatus, Hagi, Messi...).

 

martes, 31 de mayo de 2016

Con Orán, a la Feria del Libro de Madrid

Este viernes 3 de junio me llevo el boli de firmar a la Feria del Libro de Madrid.

Me encontraréis a las 20.00, en la caseta de Ediciones Traspiés, la número 361.

Como no habrá mucho lío podremos hablar con tranquilidad sobre Orán ya no te quiere, la Argelia de los años 50 y los pieds noirs.

Si te acercas, claro.





 

martes, 5 de abril de 2016

Cardamomo, de Diana Al Azem

La actualidad siempre ha supuesto una fuente de inspiración para la construcción de novelas. Por desgracia, dicha actualidad viene frecuentemente vinculada a las tragedias que conllevan las guerras. La última, la que tiene como escenario a Siria y ha provocado la crisis de los refugiados, esos miles de seres humanos que Europa está rechazando de modo vergonzoso.

Es este el marco que la autora andaluza de origen sirio Diana Al Azem ha escogido para ambientar su última novela, Cardamomo. En ella, un acomodado médico australiano se desplaza a Damasco como voluntario en un hospital en el que tendrá que enfrentarse a las terribles consecuencias de la violencia que vive Siria.

La autora aprovecha esta circunstancia para mostrarnos el choque entre culturas y valores (tema que me apasiona) y la evolución que sufre este protagonista desde el momento en el que conoce a una adolescente siria, vendedora de especias, con la que comenzará un romance, no siempre fácil.

La historia que nos cuenta Cardamomo supone una lectura reconfortante dentro de un escenario tan dramático como el que está viviendo Siria, ya que en la novela se apuesta por valores como la empatía, la honestidad o la solidaridad. En este sentido, es de agradecer que las novelas de corte romántico apuesten por este acercamiento a crudas realidades sociales (un ejemplo muy notable de este interés lo encontramos en La proposición de Carola, novela en la que su autora, Idoia Saralegui, nos trasladaba a la Colombia de los últimos coletazos del narcoterrorismo y la violencia política).

Si a todos estos valores humanos sumamos que la novela cuenta con un lenguaje directo, ágil y fluido podemos afirmar que nos encontramos ante una novela más que apreciable, no solo desde el punto de vista literario sino, también, como ejemplo de esperanza para esa tragedia que vive la orilla oriental del Mediterráneo.


 

lunes, 14 de marzo de 2016

El mapa de un crimen, de Paco López Mengual

En este mundo en el que parece que la literatura se vendiera a peso, encontrar grandes novelas en doscientas páginas constituye, en sí misma, toda una alegría.

No conocía a Paco López Mengual. Bueno, y no lo conozco. Lo que quiero decir es que no le había leído nada. Pero, ya se sabe, te acercas un día a la librería de tu calle y te llevas un par de recomendaciones debajo del brazo.

Y el recomendador acierta, claro.

Como tema literario, soy muy forofo de la influencia de hechos pasados en comportamientos actuales, lo reconozco. Cuando una novela juega con este elemento, me tiene casi ganado. Pero sin estilo literario ni estructura narrativa adecuada no conseguirá derrotarme. En cambio, si además de estilo y estructura, le añade pinceladas de thriller histórico-político, de intriga amorosa y de novela negra, me ganará por goleada.

Y estos son los elementos más poderosos de El mapa de un crimen.

A esa trama compleja y bien resuelta, se le añade una estructura en forma de puzle, donde cada personaje ofrece su visión de los acontecimientos y su propia vida, a modo de mapa, precisamente. Unos personajes construidos sobre detallitos, sin necesidad de grandes descripciones ni biografías prolijas.

No hacen falta miles de páginas para conseguir un gran libro.

No.

A veces basta con doscientas.
 

martes, 16 de febrero de 2016

IV Potes y Libros

La Peña Anaitasuna celebra una nueva edición de los encuentros Potes y Libros. En esta ocasión echaremos una mirada a la Historia de Navarra a través de tres novelistas, Juan Torres, Begoña Pro y Mikel Zuza.



De la mano de Juan Torres y su novela Pompelo. El sueño de Abisunhar conoceremos cómo se produjo la llegada de Pompeyo a nuestra tierra y sus contactos con los vascones en el marco de las guerras civiles sertorianas (siglo I a.c.).

Daremos un salto en el tiempo con Begoña Pro y La chanson de los infanzones, saga histórica cuyas dos primeras novelas, El anillo del leal y La dama del velo y el laurel están ambientadas en la época de Sancho el Fuerte (siglos XII-XIII).

Mikel Zuza imaginó un desenlace diferente a la invasión castellana de 1512 y lo noveló en Causa perdida, un homenaje a nuestro pasado y a los libros.

Como veis, tres aproximaciones a tres épocas clave de nuestra Historia.

El 25 de febrero en la Peña Anaitasuna, en San Francisco 14 (Pamplona-Iruñea). A las 8 de la tarde.

Con un pote en la mano.

lunes, 8 de febrero de 2016

La violencia justa, de Andreu Martín

Pocos títulos polisémicos resultan tan atinados como el que nos regala el maestro Andreu Martín en La violencia justa. Porque ese contraste entre los conceptos de proporcionalidad y justicia asociados a algo tan, a priori, repulsivo como la violencia, es, precisamente, el hilo conductor de su última obra.

Esta es una novela negra que trata sobre temas como la violencia machista, la prostitución infantil y la venganza, pero es también una historia de amor y redención. Narrada desde la perspectiva de cada uno de sus dos protagonistas (Teresa es uno de los personajes mejor caracterizados de los últimos tiempos, con un lenguaje propio que la hace única), Andreu eleva la intriga a cada página en otra de sus habituales lecciones de construcción literaria.

Porque sin duda, la mayor virtud de La violencia justa es la forma en la que ha sido escrita. Una forma que invita a que se lea y disfrute de forma pausada, en un nuevo ejemplo de la particular forma del autor de entender la literatura, alejada de las prisas y la lectura rápida, que tan acertadamente comparó con la comida basura en la última edición de Pamplona Negra.

 

miércoles, 3 de febrero de 2016

El mapa (mental) de Orán

Cuando uno se pone a ordenar papeles puede llevarse sorpresas: cartas, postales, facturas (pagadas y sin pagar), propagandas y, a veces, el boceto de una novela.

Como este mapa mental sobre el que empecé a armar Orán ya no te quiere, allá por 2009, nada menos. Me hace gracia reencontrarme con este galimatías de personajes, escenarios y saltos temporales, tramas que ni llegaron a redactarse, escenas escritas que fueron descartadas y otros hilos que sí acabaron plasmados en la novela.

Flechas, notas, garabatos y referencias. Fechas, nombres y lugares.


 
Todo, todo, en un folio.

Me hace gracia, sí, porque ni yo mismo me entiendo.

Ni sé cómo pude apañármelas para que, al final, todo encajara.

 

miércoles, 13 de enero de 2016

Juegos de cloaca - Estolda jolasak, de Jon Arretxe

Tras la amarga, amarguísima, Sombras de la nada, regresa Touré a nuestras librerías. Y llega traumatizado, como no podía ser de otra forma, tras lo mucho que le hizo sufrir Jon Arretxe entonces.

En Juegos de cloaca el detective privado más africano de Bilbao regresa a su continente pero no a su Burkina Fasso natal, no, sino a Bamako, capital de la vecina Mali. En esta nueva entrega se mantiene el tono duro y amargo de su predecesora, permanecen los viejos personajes bilbaínos de la Pequeña África pero también conoceremos a una galería de malienses, hospitalarios, solidarios y humildes, pese a las corruptelas y miseria que les rodean (corruptelas y miseria que también nos rodean en Europa, por otra parte).

Pese a ese pesimismo predominante, sí que vuelven algunos ramalazos del humor de los primeros Tourés, como los que se observan en el funcionamiento de la oficina de derechos de autor de Mali.

Si andas por Pamplona-Iruñea este jueves 14 de enero, acércate a Elkar Comedias, donde a las 18.30 Carlos Bassas y yo acompañaremos a Jon Arretxe en el bautizo pamplonés de estos Juegos de cloaca (don Alejandro Pedregosa se nos ha caído del cartel).



 

martes, 5 de enero de 2016

Orán ya no te quiere, en Gara

El pasado 28 de diciembre, Gara publicó esta entrevista en la que, como podéis ver, Patxi Irurzun me trata con mucho respeto.



 Foto: Juan de la Cruz

“La historia de alguien que ha vivido tres guerras tenía que ser inevitablemente negra”
Carlos Erice. Escritor

La última novela del escritor de la calle Estafeta, Orán ya no te quiere, mantiene su sello personal, vuelve a ser un thriller político ambientado en el África colonial, en este caso la Argelia bajo dominación francesa, pero esta vez también retrata su propia ciudad, la Iruñea de 2015 o nos lleva hasta los sanfermines de 1936.

Patxi Irurzun. Iruñea

Orán ya no te quiere es la tercera novela de Carlos Erice, tras Beautiful Rhodesia, ganadora del premio López Torrijos en 2011, y de La granja de Perla, que publicó hace solo unos meses. Caprichos del mundo literario. La editorial granadina Traspiés le buscó para inaugurar su colección de novela criminal y él sacó del cajón esta historia de intriga, a caballo entre tres guerras, que nos lleva desde los kebabs de la Iruñea de hoy en día a la Orán colonial con plaza de toros y en la que se comía paella.

Pero usted no ha estado nunca en África…
No, pero soy un poco tramposo, porque me voy a otro continente, a Argelia, sí, pero utilizo la época en que estaba bajo dominio francés. En Orán la mayoría de los habitantes eran de origen europeo y de estos la mayoría españoles, almerienses, alicantinos…Es arriesgado intentar recrear esa época que ya no existe, pero a la vez resulta muy interesante, muy literario, y si además la imaginación del autor ya se las apaña para inventar la peripecia de un chaval de Pamplona, que en los años cuarenta acaba en Orán ,es cuando encajan todas las piezas del puzle de esta historia, en la que una de las protagonistas, Leire, va a visitar a su abuelo a una residencia de ancianos en Pamplona, La Meca, y este, Peio Aranguren le cuenta su historia: como huyó de Pamplona después del golpe de Mola, cómo combatió en la guerra civil, en la segunda guerra mundial y cómo acabó finalmente exiliado en Argelia.

¿Cómo ha sido su método de trabajo para recrear el Orán de esa época?
Por una parte me gusta leer mucha literatura ambientada en los lugares y en los periodos que quiero retratar. En este caso por ejemplo, Albert Camus, que era argelino y allí, en su Orán natal,  ambientó libros como La peste o El extranjero; o a otros como Yasmina Kadra. Y por otra parte, recurrir a las fuentes. Por ejemplo, con mi precario francés envié un mensaje al ayuntamiento de Orán solicitando un plano con las denominaciones de las calles de entonces, que me enviaron y contrasté con las actuales…

Otros pasajes, sin embargo transcurren en Pamplona, y hay quien ha dicho incluso que el libro es una guía de bares de la ciudad.
De bares y de librerías, ¿eh? Sí,  quería describir la Pamplona actual que también hoy se está convirtiendo en una ciudad mestiza, como aquel Orán, y por eso el tercer personaje de la novela es es Mehdi, un argelino que tiene mucho interés en conocer al abuelo de Leire… Pero sobre eso no puedo contar mucho más… Todo ello me sirve para retratar como vemos nosotros a nuestros vecinos, venidos de otros países,  y también cómo ellos nos ven a nosotros…

Sigue leyendo aquí...

martes, 22 de diciembre de 2015

¡Agotada!

Ediciones Traspiés ha anunciado que se ha agotado la primera edición de Oran ya no te quiere.

Se trata de una noticia estupenda, sin duda, pero que no habría sido posible sin el trabajo de la editorial, de la distribuidora, las librerías, el apoyo de periodistas y bloggers y, desde luego, la gran acogida del público.

Y después del jabón para el resto, qué narices, igual hay que pensar que he parido algo realmente bueno.

No te quedes al margen, pues.



 

jueves, 17 de diciembre de 2015

Orán ya no te quiere en El puente lejano

El puente lejano es el blog en el que mi amigo Iñigo Pereyra, prácticamente a diario, critica, comenta y recomienda películas, libros, música, series y cualquier tipo de expresión cultural que le interese.

Por el periodo histórico que toca y los escenarios en los que se desarrolla, yo ya intuía que Orán ya no te quiere le iba a gustar.

Lo que no pensaba es que le fuera a gustar tanto.




Conozco a Carlos Erice desde hace muchísimos años. De la misma quinta, hemos sido compañeros de curso en los largos años de formación en los Jesuitas de Pamplona. Conocía su gusto por la literatura y su currículum literario, por lo que me contaban amigos comunes y tengo que reconocer que éste que hoy reseño, es su primer libro que leo. En su mochila de escritor se pueden encontrar relatos y cuentos, algunos de los cuales han ganado importantes premios y otras dos novelas tituladas, "Beautiful Rhodesia" y "La granja de Perla". Generalmente tiene cierta querencia a tratar temas relacionados con los países africanos, su formación y relación con Europa, sobre todo en el aspecto de sus carreras por sus independencias en el pasado y destructor siglo XX. Todo ello mezclado con un aire fresco y personal de novela negra y suspense. 

Como no podía ser menos, en "Orán ya no me quiere", repite esta temática, aunque imbuyéndose mediante el cruce de historias, en la vida y cotidianidad de nuestra querida Pamplona. La historia nos presenta a tres personajes. Un joven inmigrante argelino, una chica de Pamplona y su abuelo, ahora inquilino de una residencia de ancianos. Si bien el hilo conductor se aprovecha de la joven Leire para dirigir la novela por las diferentes tramas que plantea el escritor,  es el anciano Peio Aranguren, quien representa la quinta esencia de la novela de Carlos Erice. Su deambular por la historia, desde el comienzo de la Guerra Civil española, su paso por Francia antes de embarcarse a Orán, la participación en la 2ª Guerra Mundial y la crisis de Argel, en la que la colonia francesa se ahogará en una terrible guerra civil y provocará el éxodo de los llamados "Pied noir", enmarcan la figura en el pasado y presente, del republicano Peio.
 
 
 

martes, 15 de diciembre de 2015

Así arranca... Orán ya no te quiere

No es cuestión de ir reventando historias, o de hacer spoilers como dice la gente guay, pero igual a alguien le apetece leer las primeras líneas de Orán ya no te quiere. Así que ahí las tenéis.


 


Café con sangre

 

El cuerpo se desplomó sobre la acera y, del orificio surgido en la nuca, la sangre corrió por entre las ranuras que separaban las baldosas.

Mansa y espesa.

Mezclada con la masa encefálica.

Como petróleo vertido en el mar.

Un Renault Dauphine blanco, matriculado en Orán, recogió al autor del disparo que, tras ocultar la Star en el bolsillo interior de su cazadora de cuero y abrir la portezuela, vociferó:

—¡Viva Argelia Francesa! ¡Viva Argelia Francesa! ¡De Gaulle, traidor!

Solo unos minutos antes, con las legañas todavía pegadas a los lagrimales, Rafael González había apurado cotidiano su café con leche, el tazón rebosante de sopas de pan del día anterior, la voz de Charles Aznavour acariciando cada rincón de la cocina de su pisito en rue Jules Verne.

Por delante, una nueva mañana de tranvía atiborrado de indigènes y europeos, de idiomas entremezclados y aromas hediondos, de paradas y más paradas hasta llegar a la gendarmería en avenue Sidi-Chami —una horita de lectura sosegada de los partes del turno de noche, sin novedad, afortunadamente todos sin novedad—, antes de arrancar la habitual y tediosa ronda a pie por las calles del distrito de Delmonte. Al atardecer, un paseo agradable del brazo de Gisèle que se habría puesto tan bonita como siempre y, tal vez, una copita helada de Ricard en la terraza del Café Lyon, frente al Mediterráneo, respirándolo, degustándolo, en charla distraída o silencio relajado, antes de regresar a casa, cenar, escuchar la radio y terminar juntos otra jornada de rutina deliciosa.
 


 

lunes, 7 de diciembre de 2015

La Orán de Peio Aranguren

Hoy te invito a un viaje en el tiempo, a un viaje a la Orán que encontró Peio Aranguren a finales de los años 30 del siglo pasado.

Sinagoga de Orán, hacia 1910

Pasea conmigo por el Vieux Port, la playa de Los Andaluces, Santa Cruz, los bares españoles, sus tranvías, la Vieille Mosquée y la Catedral, el Teatro de la Plaza de Armas, los monumentos a Juana de Arco y los Caídos en la Gran Guerra o el zoco bereber.

Viaja conmigo a Orán ya no te quiere.