Tal día como hoy, hace sesenta y siete años, acabó oficialmente la Segunda Guerra Mundial en Europa.
A partir de tal fecha, los cientos de soldados rhodesianos alistados en las fuerzas armadas británicas iniciaron sus planes de retorno a casa. Sus compatriotas en Birmania aún combatirían durante unos meses más, hasta que los americanos bombardearan Hiroshima y Nagasaki en agosto.
Es en ese momento, tras haber luchado en la frontera de Kenia con Abisinia, en Egipto, en Libia, en Túnez, en los cielos de Inglaterra y en las playas y los montes de Italia, cuando muchos africanos blancos comenzaron a observar a sus antiguos enemigos como posibles aliados en sus planes de lucha contra el comunismo en sus tierras de Rhodesia, Namibia y Sudáfrica.
Algo así debió de pensar Terry Spears, ya ascendido a capitán, cuando se entrevistó con un oficial de la Luftwaffe a las afueras de Nápoles, en aquel incipiente verano de 1945.
A partir de tal fecha, los cientos de soldados rhodesianos alistados en las fuerzas armadas británicas iniciaron sus planes de retorno a casa. Sus compatriotas en Birmania aún combatirían durante unos meses más, hasta que los americanos bombardearan Hiroshima y Nagasaki en agosto.
Soldados rhodesianos, Italia, 1944 |
Es en ese momento, tras haber luchado en la frontera de Kenia con Abisinia, en Egipto, en Libia, en Túnez, en los cielos de Inglaterra y en las playas y los montes de Italia, cuando muchos africanos blancos comenzaron a observar a sus antiguos enemigos como posibles aliados en sus planes de lucha contra el comunismo en sus tierras de Rhodesia, Namibia y Sudáfrica.
Algo así debió de pensar Terry Spears, ya ascendido a capitán, cuando se entrevistó con un oficial de la Luftwaffe a las afueras de Nápoles, en aquel incipiente verano de 1945.
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