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domingo, 12 de octubre de 2014

Beautiful Rhodesia en Mis queridos sabuesos

Mis queridos sabuesos es el blog en el que, desde hace años, Julio de Mingo retrata a los detectives de novela que más le llaman la atención.

Hoy ha dedicado su entrada a Arnaiz y Bokosa y me da dado un alegrón.

Aquí os lo dejo.


El ex guardia civil y agente del CNI Miguel Arnaiz y Sandra Bokosa, detective de la Policía Republicana de Zimbabwe, son los principales protagonistas de la novela "Beautiful Rhodesia" (2011), del escritor Carlos Erice Azanza.

Arnaiz ahora colabora con el Centro Nacional de Inteligencia. Ha sido Guardia Civil y recuerda sobre todo cuando estaba destinado en Navarra en misiones antiterroristas. Lleva la cabeza rapada. Viste unos pantalones Aberdeen. Fuma mucho. Bebe whisky sin hielo. A veces se come una pizza mal descongelada.

Sigue leyendo aquí.


 

jueves, 6 de febrero de 2014

Zimbabwe en los Juegos Olímpicos de Invierno Sochi 2014

Dicen que en Zimbabwe no ha nevado desde hace más de cincuenta años. Pero este hecho no impide que, por primera vez en la historia olímpica, este país del sur de África participe en unos juegos de invierno.

Y va a ser de la mano o, mejor dicho, de los esquís de un jovencito de 20 años, Luke Steyn, nacido en Harare y que, como tantos otros deportistas blancos de Zimbabwe, vive a caballo entre Europa y Estados Unidos, donde estudia.


Foto AP - Sports Illustrated

Dice que tiene ganas de dar una alegría a su país.

Zimbabwe está detrás de él.

Ojalá tenga suerte.

Kirsty Coventry y la selección femenina de hockey sobre hierba le precedieron.

 

martes, 7 de mayo de 2013

Majorettes en Rhodesia

Media Pamplona conoce la pasión que mis compañeras de investigación sanferminera, Amaia y Ruth, sienten por las majorettes.

Así que se sentirán felices al ver este vídeo de un grupo de majorettes rhodesianas desfilando por las calles de Bulawayo (hacia el segundo 30), en los años 50, en el transcurso de la Youth Week.

Va por vosotras.

 

domingo, 24 de febrero de 2013

Wilbur Smith

Wilbur Addison Smith, nacido en 1933 en Kabwe (Zambia), en el seno de una familia de colonos británicos cuando este territorio se llamaba aún Rhodesia del Norte, es uno de los escritores de habla inglesa más traducidos y vendidos a escala mundial.

Pese a no ser demasiado conocido en España, en otros países de habla española, como Argentina, resulta todo un bestseller. Smith es, a mi juicio, el gran maestro de la novela de aventuras, capaz de llevarnos a escenarios exóticos, a los paisajes coloniales de su juventud, con un ritmo y unas tramas la mar de entretenidas.

Sus mayores éxitos se los debe a una serie de novelas, auténticas sagas familiares, protagonizadas por los Courtney y los Ballantyne, que describen la historia del sur de África desde la llegada de los primeros europeos a la zona en el siglo XVII hasta la actualidad. A través de esta prolífica obra, el autor desgrana conflictos amorosos, raciales o históricos, que incluyen la colonización, la participación sudafricana en las dos guerras mundiales, los regímenes de segregación racial en Sudáfrica y la Rhodesia de Ian Smith o el final del apartheid. Todo ello condimentado con ingredientes como el sexo y los intereses económicos que la emparentan claramente con éxitos televisivos yankis como Dallas, Falcon Crest o Dinastía, aunque aderezados eso sí, con oro, diamantes, leones, elefantes y la lucha de los pueblos nativos africanos por su emancipación.

Algunas de las novelas de más éxito de esta serie son Cuando comen los leones, Furia, El poder de la espada o Costa ardiente. Acaba de ser publicada en España El destino del cazador, de momento la última de la saga, en Duomo Ediciones, donde podéis encontrar también algunas de las novelas que componen su saga dedicada al Egipto de los Faraones.






 

domingo, 13 de enero de 2013

Enrique Meneses y la guerra de Rhodesia

La semana pasada falleció Enrique Meneses, maestro de periodistas y uno de los grandes reporteros europeos de las últimas décadas.

Cubrió infinidad de conflictos armados, desde las guerras civiles en Zaire y Angola en los años 70 hasta la más reciente de los Balcanes, pasando por el tiempo que compartió en la Cuba de Batista con los entonces guerrilleros Fidel Castro y Ernesto Che Guevara..

Cuando yo era chiquitín, vi en la tele este reportaje de 1975, sobre la guerra de Rhodesia, en el cual lo que más me asombró fue la existencia de africanos blancos (excelentes, por cierto, las entrevistas de Meneses al obispo Abel Muzorewa, líder moderado de la mayoría negra del país, y a Ian Smith, primer ministro del gobierno blanco de Rhodesia). Quién sabe, quizás en este trabajo se halle, en cierto modo, mi interés por Zimbabwe y la génesis de mi novela Beautiful Rhodesia.

http://www.rtve.es/alacarta/videos/reporteros-de-la-historia-de-tve/rhodesia-prueba/896951/

Meneses pertenecía a esa raza de reporteros de guerra, de la que formaron parte gente como Pedro Erquicia, Diego Carcedo, Arturo Pérez-Reverte, Ángela Rodicio o Carmen Sarmiento, que, aun a riesgo de sus vidas, supieron hacer llegar a nuestras pantallas la crudeza de las guerras que han asolado nuestro mundo.

Aún quedan periodistas así, claro, pero con la que está cayendo uno no puede evitar preguntar a la clase política española qué cojones están haciendo con RTVE, que en tiempos fue una de las más prestigiosas del mundo a la hora de cubrir conflictos armados internacionales.

Meneses con el primer ministro rhodesiano Ian Smith
 

martes, 20 de noviembre de 2012

20N: muerte de Ian Smith (y II)

La situación de segregación racial de la mayoría de la población rhodesiana de raza negra (unos cuatro millones de personas gobernadas por una minoría de doscientos mil blancos) provocó el surgimiento de dos movimientos guerrilleros, el ZANU, liderado por Robert Mugabe, y el ZAPU, de Joshua Nkomo.

La guerra, conocida por la población blanca como Bush War, comenzó en 1972 y causó la muerte de miles de personas de ambas razas. La independencia de las antiguas colonias portuguesas de Angola y Mozambique, unida a las sanciones internacionales, provocó el hundimiento de la economía del gobierno blanco e inclinó la balanza del conflicto a favor de los grupos guerrilleros.


En 1979, Ian Smith buscó un acercamiento a los líderes negros moderados, cediendo su puesto de primer ministro al obispo Abel Muzorewa, que encabezó un gobierno multirracial.

Este acuerdo no fue aceptado por el ZANU ni por el ZAPU, que continuaron la guerra.

Finalmente, tras los Acuerdos de Lancaster House, Rhodesia volvió, a finales de 1979, a ser colonia británica, bajo la batuta del nuevo gobernador Lord Soames, que preparó al país para sus pimeras elecciones multirraciales.

En 1980, y tras la victoria electoral del líder guerrillero Robert Mugabe, Rhodesia se convirtió en Zimbabwe y alcanzó la independencia. En aquel primer parlamento zimbabwo, 20 de los 120 escaños estaban reservados a la minoría blanca. El nuevo partido de Ian Smith, el Frente Republicano, obtuvo los veinte puestos. Como jefe de la oposición, colaboró son el nuevo régimen y contribuyó a que no se produjera un éxodo masivo de la población blanca, tal y como había ocurrido cinco años antes con los portugueses de Mozambique y Angola. Su entendimiento personal y político con el presidente Mugabe propició este hecho.

Cuando, en 1987, se eliminó la reserva de escaños para blancos en el parlamento de Zimbabwe, Ian Smith abandonó su carrera política y se retiró a su granja de Selukwe, desde la que no dejó de criticar la deriva dictatorial y antidemocrática del régimen de Mugabe.

En 2005 se trasladó a Sudáfrica, para recibir tratamiento médico, hasta que falleció, a los 88 años de edad, el 20 de noviembre de 2007.

Hasta aquí, pues, la biografía de este personaje que, en buena parte, inspiró mi novela Beautiful Rhodesia.

lunes, 19 de noviembre de 2012

20N: muerte de Ian Smith (I)

Hace cinco años, el 20 de noviembre de 2007, murió en Ciudad del Cabo Ian Smith, líder durante décadas de la minoría blanca de Zimbabwe-Rhodesia.

De origen escocés, nació el 8 de abril de 1919 en Selukwe, en las Midlands de la entonces colonia británica de Rhodesia del Sur. Su padre John llegó a la colonia en 1898 en busca de oro, y desempeñó oficios tan diversos como granjero, carnicero o panadero. Su madre, Agnes, había nacido en Inglaterra.

Como tantos otros jóvenes blancos del sur de África, fue un fanático del deporte, llegando a ser capitán de los equipos de tenis, rugby y críquet de su escuela.

Durante la Segunda Guerra Mundial, se enroló en las Fuerzas Aéreas de Rhodesia del Sur y participó en la Batalla de Inglaterra. Un grave accidente aéreo a los mandos de un Hurricane cerca de Alejandría, en Egipto, le provocó una parálisis facial de por vida.

Como piloto del Escuadrón Rhodesiano 237 de la RAF, luchó en los cielos de Italia, hasta ser derribado en el valle del Po. Recogido por los partisanos, fue acogido por una familia italiana, los Zunino, hasta que pudo regresar tras las líneas aliadas.

Tras la guerra, finalizó sus estudios universitarios en la Rhodes University en Sudáfrica y adquirió una granja en su localidad natal, que llegó a alcanzar una superficie de 87 kilómetros cuadrados.

Su carrera política arrancó en 1948, cuando fue elegido por su distrito miembro del parlamento de la colonia de Rhodesia del Sur. Su desacuerdo con la idea del Partido Liberal de reservar escaños en el parlamento a la mayoría negra, le llevó a crear su propio grupo, el Frente Rhodesiano.

Elegido primer ministro en 1963, se opuso frontalmente a que una hipotética independencia de la colonia del Reino Unido se basara en el principio del sufragio universal. Hasta entonces, el derecho al voto en Rhodesia solo se obtenía si se disponía de un cierto nivel educativo y económico, lo que relegaba a la mayoritaria población negra.

El 11 de noviembre de 1965, el gobierno autónomo rhodesiano proclamó la independencia del país, de forma unilateral, con la oposición británica y de las Naciones Unidas.

Smith firma la Declaración Unilateral de Independencia

Anticomunista convencido, solo contó con el apoyo de Sudáfrica y Portugal, que aún poseía las colonias de Angola y Mozambique, gobernadas ambas por la minoría de origen portugués. De este modo, todos los territorios del sur de África contaban con gobiernos blancos.

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sábado, 10 de noviembre de 2012

Rhodesia y el Premio Planeta

—Cuarenta mil pelas. Las tengo siempre a punto por si me viene el impulso. Es lo que cuesta llegar a París y aguantar unos días mientras te alistan en una tropa de mercenarios para África. El día que me cabree, la armo y me voy a Rhodesia.

—En Rhodesia ya hay un gobierno negro.

—¿También en Rhodesia? Se pudre todo. Pues me voy a África del Sur, con ésos no podrán, ésos lo tienen claro.




 
Los mares del Sur.
Manuel Vázquez Montalbán.
Premio Planeta 1979.


lunes, 5 de noviembre de 2012

El gafe del Himno a la Alegría

El 11 de noviembre se cumplen cuarenta y siete años de la proclamación unilateral de independencia por parte de los habitantes blancos de la colonia británica de Rhodesia del Sur.

Este era su himno nacional, Rise O Voices of Rhodesia, tomado de la Novena Sinfonía de Beethoven, que Miguel Ríos popularizara como Himno a la Alegría y que hoy es, curiosamente, el himno de otro proyecto político fallido, la Unión Europea.


A mí, al menos, me sirvió para crear una de las mejores novelas de espionaje en español de los últimos tiempos, Beautiful Rhodesia, ganadora del López Torrijos 2011.

Todo un etnothriller.

martes, 30 de octubre de 2012

Baden-Powell, los boy scouts y Zimbabwe

En estos días en los que los boy-scouts andan de actualidad, de actualidad ajena a su intención y, sobre todo, ajena a las víctimas del tema que se denuncia, me vienen a la memoria detalles de la biografía de Robert Baden-Powell, fundador del Movimiento Scout.

A finales del siglo XIX, y de la mano de Cecil Rhodes, participó en la represión de los ndebele, en la llamada por los británicos Rebelión Matabele. Fueron años convulsos en el sur de África, con acontecimientos tan conocidos como las guerras contra los zulús (inolvidables aquellas pelis de Michael Caine, Zulú, y su secuela Amanecer Zulú, con Burt Lancaster y Peter O'Toole), que supusieron la consolidación del dominio británico en la región.

Baden-Powell participó en el sitio de Bulawayo, cuando al más puro estilo far west, las caravanas de colonos fueron acosadas por las tribus ndebele, que defendían sus tierras ante el imperialismo europeo. Aquella victoria militar permitió la fundación de la colonia de Rhodesia, en homenaje a ese personaje tan apasionante como siniestro, Cecil Rhodes. También contribuyó Baden-Powell a la derrota de los boers sudafricanos en otro asedio, el de la localidad de Mafeking

En contra de lo que afirma la novela Beautiful Rhodesia, los restos mortales del fundador de los boy-scouts descansan en la localidad keniata de Nyeri, donde falleció en 1941. Junto a él, fue enterrada, en 1977, su esposa Olave.

Sí es cierto, en cambio, que la tumba de Cecil Rhodes se encuentra en la región de Matobo, al sur de Bulawayo, en el actual Zimbabwe.

Tumba de Cecil Rhodes


 

domingo, 7 de octubre de 2012

Primer balance de la Feria

Cuando la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Pamplona supera su ecuador, llega el momento de hacer un primer balance.

De hacer un primer balance de mis inversiones, que ya me he dejado unos euros.
  1. Un clásico de Frederick Forsyth, Odessa, con sus cazanazis de los años 60.
  2. El fantasma de Anil, de Michael Ondaatje, este escritor de ancestros holandeses, nacido en Sri Lanka y que vive en Canadá, que maravilló con El paciente inglés. También me maravilló Kristin Scott Thomas en su versión cinematográfica.
  3. De todo corazón, de Andreu Martín, que se llevó un Premio Alfons el Magnànim en Valencia.
  4. Viene el lobo, de mi adorado autor zambiano, de cuando Zambia era Rhodesia del Norte, Wilbur Smith, ambientada en la invasión de Abisinia (Etiopía) por las tropas italianas de Mussolini en 1935.
  5. La clave Pinner, de Andrés Pérez Domínguez, el gran maestro sevillano de intrigas ambientadas en la Segunda Guerra Mundial.
  6. No puede faltar Alexander McCall Smith, otro autor rhodesiano, del sur, de la actual Zimbabwe, con la novela Alegres y en compañía, de su saga sobre la primera agencia de mujeres detectives de Botswana.
  7. Francisco García Pavón, uno de los maestros de la novela policíaca española, con Las hermanas coloradas.
  8. Imprescindible Los mares del Sur, de Manuel Vázquez Montalbán.
  9. Retornamos como sombras, de Paco Ignacio Taibo II, que revolucionó la novela negra en castellano.
  10. Dicen que Michael Connelly es el number one actual de lo negro-policial, así que, para probar, me he hecho con El veredicto.
  11. El alquimista impaciente, de Lorenzo Silva, al que ya tenía ganas.
En fin, que ya tengo libros para el otoño.

Y para que se me hundan las estanterías, como dice mi padre.

La semana que viene, más.
 

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Novela negra sudafricana (II)

Alexander McCall Smith no es negro ni sudafricano. ¿Qué hace aquí, pues? Tranquilidad, que hay motivos, sí, hay motivos.

El primero, Bulawayo, su lugar de nacimiento, en Zimbabwe, aunque entonces (1948) el país se llamara Rhodesia o, mejor dicho, Rhodesia del Sur, y fuera colonia británica. Pese a haber vivido mucho tiempo en Escocia, la tierra de sus ancestros, en la actualidad este profesor universitario pasa la mayor parte del año en Botswana.

Y es en este país donde Alexander ambienta su exitosa serie de novelas en torno a la primera agencia de mujeres detectives de África.

Tal vez no sea exacto clasificar estas novelas dentro del género negro, pese a su carácter policíaco o detectivesco. A mi entender, se encuentran más bien cercanas a la tradición missmarpleiana, si se me permite la etiqueta; son unas historias amables, deliciosas, que se leen con infinito placer y que retratan las vidas sencillas de gentes africanas sencillas.

De hecho, considero que, por encima de la propia trama, resultan más interesantes el carácter de Precious Ramotswe, tan orgullosa de ser una mujer de complexión tradicional, y el de los personajes que la rodean, como su compañera Mma Makutsi, su marido el señor Matekoni y los ayudantes de este en su taller mecánico.

Lo dicho, las novelas de Alexander McCall Smith constituyen un placer sencillo pero delicioso, y muy alejado de los tópicos de tramas policíacas complejas, trepidantes y llenas de acción y tiros.

Si es que hasta el propio Alexander tiene cara de buenazo.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Lady Soames, última gobernadora de Rhodesia

Me anunciaba el otro día un amigo escocés, de origen papúo-neoguineano, que Londres, mientras clausura los Juegos Paralímpicos, se prepara para la celebración del nonagésimo cumpleaños de la Baronesa Soames.

Nacida el 15 de septiembre de 1922, Mary Soames, hija del Premio Nobel de Literatura y ex primer ministro británico Winston Churchill, sirvió durante la Segunda Guerra Mundial en el Servicio Voluntario Femenino, atendiendo las baterías antiaéreas que defendían Londres de los bombardeos alemanes.

En 1947 se casó con el político conservador Christopher Soames, de quien enviudó en 1987, y es Comandante de la Orden del Imperio Británico.

Su marido, Lord Soames, recibió en 1979 de la reina Isabel II uno de los nombramientos más difíciles de su carrera: el cargo de gobernador de la colonia británica de Rhodesia del Sur.

Fue ese el año en el que, fruto de los Acuerdos de Lancaster House, la República de Rhodesia perdió su independencia proclamada unilateralmente en 1965 y retornó al seno de la Corona británica. Se ponía fin de esa manera a quince años de gobierno de la minoría blanca, encabezada por su líder Ian Smith, y a una década de guerra civil.

La tarea del matrimonio Soames no fue fácil: desarmar a los distintos grupos guerrilleros y preparar al país para las primeras elecciones multirraciales y su independencia, bajo el nombre de Zimbabwe, en 1980, siendo ya primera ministra británica Margaret Thatcher.

Y fue Lord Soames quien firmó, en nombre de la Reina, el diploma de agradecimiento para el padre de Sandra Bokosa, protagonista de mi novela Beautiful Rhodesia, por sus servicios prestados a la Corona.

En el siguiente vídeo podemos observar a Lord y Lady Soames, dando la bienvenida a las autoridades internacionales que llegaron a Zimbabwe para asistir a aquella histórica proclamación de independencia.

 

viernes, 10 de agosto de 2012

Las chicas de oro de Zimbabwe

A punto ya de clausurarse los Juegos Olímpicos de Londres, es hora de hacer balances. Cuando aún quedan varias pruebas por disputarse, las esperanzas del Comité Olímpico de Zimbabwe residen exclusivamente ya en las piernas de sus maratonianos.

La nadadora Kirsty Coventry consiguió colarse una vez más en varias finales, pero esta vez no pudo llevarse medallas. Pero ahí ha estado ella, liderando la natación femenina africana y animando al resto de deportistas de su país.

Lejos quedan ya aquellos Juegos Olímpicos de Moscú, en 1980, los primeros en los que participó Zimbabwe y en los que no pudo tener mejor estreno que la medalla de oro que obtuvieron las chicas de hockey sobre hierba, el mayor hito de la historia deportiva de su país hasta la irrupción de la nadadora de Harare. En este vídeo, a partir del segundo 30, podéis ver algunas imágenes de la hazaña de las jugadoras africanas.



Y ya que hablamos de la participación de Zimbabwe, es conveniente recordar la actuación olímpica de Rhodesia. Como colonia británica con comité olímpico propio, tomó parte en los juegos de Amsterdam 1928, Roma 1960 y Tokio 1964. Tras la declaración unilateral de independencia por parte de la comunidad blanca del país en 1965, no participaron en los de México 1968.

Su retorno a los juegos estaba previsto para Munich 1972, su equipo preparado y listo para viajar a Alemania. Pero la amenaza de boicot de sus vecinos africanos, llevó al COI a excluir a Rhodesia de los juegos.


Y ya nunca volvería, hasta que el nuevo Zimbabwe multirracial viajó a Moscú en 1980 para que sus chicas de oro se llevaran el título del hockey.

lunes, 30 de julio de 2012

Comité Olímpico de Zimbabwe

Ya estamos inmersos en los Juegos Olímpicos de Londres y yo, como siempre, pegado a la tele y al ordenador para intentar ver todo. Y cuando digo todo, digo todo.

El viernes vi la ceremonia inaugural a medias, en la que presté mi mayor atención al desfile de las delegaciones, que es algo que me encanta. Supone todo un repaso a los conocimientos que uno pueda tener sobre geografía humana y política.
Como suele ser tradicional, Zimbabwe fue el penúltimo equipo en desfilar. Encabezados por su abanderada, la doble campeona olímpica Kirsty Coventry, presentan ocho deportistas. Su máxima esperanza se centra una vez más en la piscina, donde Kirsty aspira a conseguir alguna medalla en el final de su carrera (ya tiene siete tras su participación en Atenas y Pekín). Con la duda sobre la participación del triatleta Chris Felgate, que siempre entra en las quinielas de favoritos en su prueba, el equipo se completa con dos representantes en remo, Micheen Thornicroft y James Fraser-McKenzie, y cuatro atletas, Wirimai Juwawo, Cuhtbert Nyasango, Ngonidzashe Makusha y Sharon Tavengwa.

jueves, 5 de abril de 2012

La maldición de la embajada española en Zimbabwe

Esta semana, mientras se encontraba de vacaciones en Namibia, ha fallecido la embajadora española en Zimbabwe, Pilar Fuertes, en accidente de tráfico.

El hecho de que esta muerte haya recordado a alguno de mis lectores, en cierto modo, a la que se relata en mi novela Beautiful Rhodesia, me ha llevado a rememorar el asesinato de José Luis Blanco Briones, embajador español en Harare, en 1985.

Tras muchos años de ausencia de relaciones diplomáticas con la Rhodesia segregacionista de Ian Smith, España abrió embajada en la joven república de Zimbabwe cuando la mayoría negra alcanzó el poder.

El 21 de julio de 1985, el cuerpo del embajador fue hallado en el interior de su coche, cuya matrícula diplomática había sido ocultada bajo una plaza turística alemana. El cadáver, semidesnudo, presentaba golpes en el rostro y resto del cuerpo, causados con sus propios palos de golf.

Blanco Briones
Aquella noche, Blanco Briones había cenado con dos ingenieros españoles de CASA, la empresa aeronáutica española, que negociaban la venta de varios Aviocar que sustituyeran a los viejos Dakota empleados por el ejército rhodesiano en la guerra que sufrió Zimbabwe durante la década de los 70. Ambos ingenieros fueron retenidos por la policía zimbabwa durante varios días. El hecho de se encontrara en el interior de su automóvil un Cartier, regalo de su esposa, hizo que las autoridades locales descartaran el robo como el móvil de un crimen tan turbio (se llegó a investigar, incluso, en los ambientes homosexuales de Harare) que, como la teniente coronel Barranco expusiera a nuestro viejo conocido Miguel Arnaiz, nunca se aclaró.

Ese asesinato y el accidente de Pilar Fuertes, del que no se han facilitado detalles, recalcan el carácter profético y macabro de las palabras de nuestro espía favorito cuando, en respuesta a su jefa, le suelta aquello de seguro que en Exteriores sospechan de un grupo de ciudadanos de Zimbabwe que se reúnen para matar, cada cierto tiempo, al embajador español o a su hija, no te jode.

Listo, este Arnaiz.

martes, 10 de enero de 2012

Puenting en Zimbabwe

Normalmente las noticias que suelen llegarnos de Zimbabwe están referidas a crisis alimentarias, a epidemias de cólera, a tongos electorales o al despiadado y corrupto régimen de Robert Mugabe. Pero estos días, el vídeo que ha dado la vuelta al mundo es el de esta australiana que salvó la vida en las Cataratas Victoria cuando, al hacer puenting sobre el río Zambeze, se le rompió la goma. Ella dice que fue un milagro y no le falta razón.



Desde luego, no puedo dejar de imaginar a un joven Patrick McCarthy, de excursión con sus compañeros del cole, escuchando las explicaciones del profesor Burroughs, en Beautiful Rhodesia.

Más de cien metros de desnivel. Casi dos kilómetros de anchura. Mosi-oa-Tunya le llaman los nativos, el humo que truena. El Zambeze precipitándose por la sima.


jueves, 22 de diciembre de 2011

La finca de Mugabe

Sois muchas las personas que estos días, al leer Beautiful Rhodesia, habéis mostrado interés sobre la historia y la actualidad de Zimbabwe. Hace algo más de dos años, En Portada emitió este sensacional reportaje en TVE, titulado Viaje a la finca de Mugabe.

José Antonio Guardiola desgrana en él muchos aspectos de la complicada historia del país, desde la lucha por la posesión de la tierra hasta las tensiones raciales, pasando por un análisis de la desastrosa situación política y económica de Zimbabwe.

Aquí encontraréis algunas claves que os ayudarán a comprender el marco que envuelve la novela. Son cuarenta y ocho minutos, pero os recomiendo verlo.

La pena es que creo que pocos reportajes de este estilo veremos ya en nuestras televisiones.


Aquí tenéis el enlace con el reportaje completo en la web de RTVE:

jueves, 3 de noviembre de 2011

Bob Marley canta Zimbabwe

En 1965, la minoría blanca de Rhodesia proclamó su independencia de Gran Bretaña de forma unilateral. Era la primera vez que se producía un hecho así desde la independencia de Estados Unidos en 1776. Los negros no gobernarán este país en mil años, afirmó Ian Smith, primer ministro rhodesiano.

Tras más de diez años de guerra, el territorio recuperó provisionalmente el estatus de colonia británica para alcanzar finalmente la independencia, con un gobierno de mayoría negra, en 1980, bajo el nombre de Zimbabwe.

Este vídeo pertenece al concierto que dio Bob Marley aquella noche histórica en el estadio de Rufaro, en Salisbury, hoy Harare. En él se puede ver al príncipe Carlos observando cómo se arría la bandera británica, un año antes de casarse con lady Di.

lunes, 31 de octubre de 2011

Savyon Lodge

Bulawayo es la segunda ciudad más importante de Zimbabwe, tras la capital, Harare. Hasta los años 80, el país contó con una influyente minoría judía, cifrada en torno a las ocho mil personas.

Desde finales del siglo XIX, judíos de Europa central y oriental se habían instalado en la colonia británica de Rhodesia del Sur, construyendo sinagogas y colegios.

Hoy, en Bulawayo, apenas quedan cien, veinte de ellos en la residencia para mayores de Savyon Lodge.

Savyon Lodge, y especialmente uno de sus residentes, desempeña un papel capital en la trama de mi novela Beautiful Rhodesia.

Comedor de la residencia para mayores judíos Savyon Lodge, en Bulawayo