Pocos títulos polisémicos resultan tan atinados como el que nos regala el maestro Andreu Martín en La violencia justa. Porque ese contraste entre los conceptos de proporcionalidad y justicia asociados a algo tan, a priori, repulsivo como la violencia, es, precisamente, el hilo conductor de su última obra.
Esta es una novela negra que trata sobre temas como la violencia machista, la prostitución infantil y la venganza, pero es también una historia de amor y redención. Narrada desde la perspectiva de cada uno de sus dos protagonistas (Teresa es uno de los personajes mejor caracterizados de los últimos tiempos, con un lenguaje propio que la hace única), Andreu eleva la intriga a cada página en otra de sus habituales lecciones de construcción literaria.
Porque sin duda, la mayor virtud de La violencia justa es la forma en la que ha sido escrita. Una forma que invita a que se lea y disfrute de forma pausada, en un nuevo ejemplo de la particular forma del autor de entender la literatura, alejada de las prisas y la lectura rápida, que tan acertadamente comparó con la comida basura en la última edición de Pamplona Negra.
Esta es una novela negra que trata sobre temas como la violencia machista, la prostitución infantil y la venganza, pero es también una historia de amor y redención. Narrada desde la perspectiva de cada uno de sus dos protagonistas (Teresa es uno de los personajes mejor caracterizados de los últimos tiempos, con un lenguaje propio que la hace única), Andreu eleva la intriga a cada página en otra de sus habituales lecciones de construcción literaria.
Porque sin duda, la mayor virtud de La violencia justa es la forma en la que ha sido escrita. Una forma que invita a que se lea y disfrute de forma pausada, en un nuevo ejemplo de la particular forma del autor de entender la literatura, alejada de las prisas y la lectura rápida, que tan acertadamente comparó con la comida basura en la última edición de Pamplona Negra.