martes, 7 de febrero de 2012

Novela negra vasca

Hay gente a la que no le gustan las etiquetas. En esto de la literatura, dicen que encasillan, que encorsetan a un autor o a su obra.

Puede ser.

Pero en estos tiempos de crisis en los que hasta los bancos se unen y los bodegueros se asocian para intentar asomar la cabeza, el marketing nos aconseja la creación de marcas.

En el campo de la novela negra, de misterio o del thriller, este fenómeno ya lleva tiempo produciéndose. El ejemplo más claro lo tenemos en la novela negra nórdica, que gracias al paraguas de los Larsson y Mankell, ha inundado nuestros escaparates y nuestras lecturas. El otro día vi la entrevista a Petros Markaris en Página 2. El griego defendía la existencia de una novela negra mediterránea, desde Vázquez Montalbán a Camilleri, pasando por él mismo.

Estos días se celebra el festival literario Barcelona Negra. Los catalanes, que aunque suene a tópico gozan de más olfato para estas cosas, nos han echado un cable y organizaron una mesa redonda sobre la novela negra vasca.

Allí estuvieron presentes, dando a conocer nuestra forma de entender la narrativa de misterio, Aingeru Epaltza, José Javier Abasolo y Jon Arretxe. Hace algún tiempo, hablando de narrativa navarra, mencioné a este último y a Alberto Ladron Arana, que cultivan, en euskera, el género negro.

Cada cual lo entenderá a su modo, tendrá su estilo, su técnica, su idioma y sus temas, pero no es mala idea la de crear, o fomentar, esa marca. La novela negra vasca. Me gusta. I like. Gustatzen zait.

Y ahora que hace tanto frío afuera, mi Beautiful Rhodesia también quiere, o debe, subirse a ese tren.

2 comentarios:

  1. Yo tampoco soy de etiquetas, pero a veces las de este tipo vienen bien como caldo de cultivo de nuevos autores y para que las editoriales se arriesguen un poquitito más.
    Y en cuanto a tu novela, habrá que darle una oportunidad, no?

    ResponderEliminar
  2. El problema es cuando se emplea el concepto 'etiqueta' de forma despectiva. A mí me gusta más la palabra 'marca'.

    Y lo bueno de mi novela es que encaja en varias etiquetas: es novela negra, sí, pero también de espías, de viajes e incluso social. A fin de cuentas, se dice que una de las características de la literatura de hoy es la mezcla géneros.

    Afortunadamente, la oportunidad a este libro se la dio el jurado del López Torrijos, luego la editorial Ledoria y ahora, poquito a poco, el público.

    Muchísimas gracias por tu aportación, Interrobang.

    ResponderEliminar