viernes, 9 de diciembre de 2016

Mal trago, de Carlos Bassas

Sé que hablar bien del libro de un amigo suena a último partido de liga con Osasuna jugándose el descenso, pero me da igual, sería una pena para quienes no lo conocen no comentar sobre él.

Mal trago es la tercera entrega de la saga Corominas, que arrancó a lo grande llevándose el Ciudad de Carmona y que mejoró con Siempre pagan los mismos.

Decía el otro día Carlos Ollo que sabes que una serie de novela negra es buena cuando la intriga y dar con el culpable te la soplan. Y esto es lo que está consiguiendo Bassas con la excusa de este Corominas, hacer literatura. De la buena. De la mejor.

Que aparezca algún cadáver infantil ayuda a alimentar el misterio, claro que sí, pero lo mejor de la novela es, una vez más, la amargura social que se vive en esa (nuestra) Ofidia y, como contrapunto, el canto a la amistad, tanto a la que surge en el seno de la familia, como a la que se fragua desde la infancia y, sobre todo, a la que se cimenta al compartir horas y horas de trabajo.

Pues eso, que recomiendo a ciegas Mal trago.

De Carlos Bassas.

Aunque no me hagáis mucho caso.

Que es amiguete.

Rezando a san Raymond Chandler para que me dé el talento del señor sentado a mi izquierda (Foto de Miguel Izu)

domingo, 20 de noviembre de 2016

Vino negro y novela tinta

Anoche disfrutamos de una velada estupenda en Deborahlibros. De la mano del novelista Carlos Ollo Razquin y Alberto Delgado de PopTheWine, nos acercamos al Giallo y a los tintos italianos. Carlos nos habló de Camilleri, Manzini y Vichi, de Montalbano, Schiavone y Bordelli, y viajamos a sus territorios a través de la vista, la nariz y el paladar.

La próxima sesión estará dedicada al Polar francés.

Yo que tú no me lo perdería.



 

martes, 15 de noviembre de 2016

El jardín de cartón, de Santiago Álvarez

En ese enorme contenedor que supone la etiqueta género negro y que puede estirarse tanto como la filosofía del Athletic, de un tiempo a esta parte ha surgido un subgénero que bien podríamos calificar de negrofestivo.

En Pamplona lo conocemos bien, no en vano existen al menos tres novelas negras ambientadas en Sanfermines: Las lágrimas de Hemingway, de Reyes Calderón; Un extraño lugar para morir, de Alejandro Pedregosa; y El asesinato de Caravinagre, de Miguel Izu. A esos tres títulos podemos añadir dos más, El próximo funeral será el tuyo, de Estela Chocarro, y Sin retorno, de Susana Rodríguez, novelas en las que las fechas sanfermineras, si bien no constituyen el escenario principal, sí ocupan un amplio papel en el desarrollo de la trama.

Pues bien, acaba de unirse a la fiesta, nunca mejor dicho, Santiago Álvarez, quien nos ofrece su visión negra (o la de sus protagonistas) de las Fallas valencianas en El jardín de cartón.

Tras su debut con La ciudad de la memoria, Álvarez regresa a los escenarios valencianos y a las corruptelas político-financieras, a través de la peculiar mirada de sus protagonistas, Berta y el detective Mejías, el gran hallazgo de la primera entrega de la serie. Esta pareja de investigadores, tan alejada y al mismo tiempo cercana al tópico del género, vuelve a constituir el punto fuerte de la narrativa de Santiago Álvarez. Presentar a un detective privado actual que se rige por todos los estereotipos del private eye norteamericano clásico supone una apuesta arriesgada, ya que se puede caer fácilmente en la parodia o, incluso, en la caricatura. Pero no, no, Santiago Álvarez consigue dar credibilidad a Mejías, tal vez equilibrado por Berta, su ayudante-socia-compañera, una joven con los pies en el suelo y que aleja al detective de la posibilidad de convertirse en un personaje bufo. Posibilidad que siempre bordea, dicho sea de paso, pero que al final consigue esquivar.

Además, Santiago Álvarez continúa homenajeando al género negro, con las citas que encabezan cada capítulo y el aroma a un Bogart perdedor y con gabardina que impregna la novela.

Y, al igual que en la primera entrega, El jardín de cartón supone todo un ejercicio de repaso histórico, en este caso a las primeras décadas del siglo XX valenciano, que, en cierto modo nos recuerda al Mendoza de La ciudad de los prodigios y los conflictos de clase.

Brindemos, pues, por el dúo Berta-Mejías, un tándem perdedor, sin duda, pero un tándem lleno de dignidad.


lunes, 14 de noviembre de 2016

Ya falta menos para... Pamplona Negra 3

La semana pasada se presentó un avance de lo que será la próxima edición de Pamplona Negra. Una vez más, el tesón de Carlos Bassas y la colaboración de Baluarte consiguen sacar adelante uno de los festivales de género negro más prestigiosos de la actualidad.

Ya falta menos, pues, para enero, y por ahí andaré, compartiendo mesa con Félix G. Modroño, Ignacio del Valle y Juan Laborda, y moderados por Laurentino Vélez.


Aquí tenéis la noticia completa, tal y como la recogen los dos diarios editados en Pamplona:

http://m.noticiasdenavarra.com/2016/11/10/ocio-y-cultura/cultura/la-3-edicion-de-pamplona-negra-hara-una-radiografia-del-crimen

http://www.diariodenavarra.es/noticias/cultura_ocio/cultura/2016/11/09/pamplona_negra_llega_tercera_edicion_como_referente_festivales_497737_1034.html

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Orán ya no te quiere, en Kermés Literaria

Hoy recogemos esta exhaustiva reseña de Orán ya no te quiere, publicada por Juan Laborda Barceló el pasado 10 de octubre en Kermés Literaria.

Me alegra mucho que, un año después de su publicación, mi última novela siga gustando y dé pie a análisis tan sesudos.



Orán ya no te quiere, Carlos Erice Azanza, Editorial Traspiés, 312 páginas, 2015.

Existen cajones de la historia en los que la literatura ha buceado poco, pero cuya potencia olvidada es todo un filón. Cuando alguien los abre y navega por ellos puede conjugar la recuperación de momentos clave con altas cotas de reflexión. Uno de esos cajones es -Camus mediante- la compleja y sangrienta descolonización de Argelia.

La acción de Orán ya no te quiere se abre con un atentado de la OAS (la temida Organisation de l'Armée Secrète) al que se regresa en los capítulos finales, cerrando el círculo de una historia bien contada. La obra de Carlos Erice da lo que promete –lo cual no es poco, todo lo contrario- envuelto en unas formas que son muestra de dominio del lenguaje. No en vano utiliza varias voces y diversas maneras de aproximación a la trama a través de las mismas. El diario de la joven pamplonesa Leire Aranguren está construido en una verosímil y personalista primera persona, los recuerdos históricos de su abuelo Peio con un narrador omnisciente, y algunos de los pasajes en los que la nieta visita a su familiar aparecen con una ágil y decidida segunda persona. El estilo varía según los pasajes, pero hay un predominio de eficaz sobriedad, frases cortas, repeticiones rítmicas y sonoras, cierta sequedad en las construcciones y significados sobreentendidos. Todo ello inundado de una sugerencia muy agradable en la lectura y de una belleza puntual bien escogida y tratada.

jueves, 6 de octubre de 2016

A Granada (Noir) hemos de ir

En momentos como este se suele recurrir al sobadísimo tópico de que estoy llenando la maleta de sueños, antes de partir rumbo a Granada. Pues no, no, la estoy llenando con un par de mudas limpias, como me enseñó mi madre, y el paraguas y la chaquetica, por si refresca.

Y libros.

Libros, sí, que para eso vamos.

Para hablar de libros, pero también de cine, y de periodismo, y de cuantas formas de expresión, arte y comunicación se conciten en este potentísimo festival dedicado al género negro que es Granada Noir.



Tendréis ocasión de verme (por desgracia) este sábado 8 de octubre, a las 17 horas, en el Museo Cajagranada. Me acompañará (por suerte) el novelista cubano Gerardo Errasti. Juntos hablaremos, posiblemente, de servicios secretos, espías, terroristas y clandestinidades, temas a veces algo olvidados en estos festivales. Y de literatura, claro.

Será un placer encontrarnos.

La verdad es que estoy contento.

Mi última visita a Granada se produjo en 2011, para recoger el Premio Paso del Estrecho.

Ya era hora de volver, pues.


lunes, 19 de septiembre de 2016

Feria del Libro Antiguo y de Ocasión Pamplona 2016

Desde el pasado día 17 de septiembre tenemos en marcha en la Plaza del Castillo la trigesimosexta edición de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Pamplona.

La tendremos abierta hasta el 2 de octubre, en horario de 11 a 14 y de 17 a 21.

Como siempre, pondrá a nuestra disposición la oportunidad de adquirir joyas y gangas.

Estas son las librerías participantes:

 

martes, 13 de septiembre de 2016

Dile a Marie que la quiero, de Jacinto Rey

Vivimos una época en la que nos hemos acostumbrado a ver a diario personas que huyen de las guerras y de la miseria, gente de África o Asia que busca refugio en Europa.

Hace setenta años era el europeo el pueblo que huía de la guerra y el fascismo. Dile a Marie que la quiero es la historia de una familia, en este caso una alemana de origen judío, que intenta escapar de la persecución nazi.

Bregado en la novela negra, Jacinto Rey se aleja del género (aunque asoma en el comportamiento criminal de alguno de sus protagonistas) para relatar esta historia coral, en la que no solo asistiremos a la lucha por la supervivencia de esta familia fugitiva sino que conoceremos a multitud de personajes que les ayudarán, volcados especialmente en la protección de la pequeña Marie.

El autor nos lleva a ritmo de vértigo por los distintos escenarios (Berlín, Provenza, París, Bretaña-Normandía), adereza la trama con escenas de acción y tramas amorosas y, sin profundizar demasiado en los caracteres de los personajes, algo estereotipados, nos ofrece una imagen fiel de la Europa asolada por la Segunda Guerra Mundial.

En resumen, Dile a Marie que la quiero es una novela amena, fácil y rápida de leer, pero que no por ello nos impide reflexionar sobre la vergüenza que vivió Europa hace setenta u ochenta años.

Y, por qué no, sobre la que vive ahora.


jueves, 8 de septiembre de 2016

Camina la noche, de Álvaro Silva

Siempre he defendido, cuando me enfrento a una novela negra, que me interesan más las motivaciones que llevan a las personas a comportarse de un determinado modo que la propia intriga que se desprenda de la obra. Vamos, que me interesan más los personajes que los misterios.

Lo mismo me ocurre para cualquier otro tipo de novela. Si me apuras, para cualquier tipo de obra de ficción, sea en el medio que sea.

Por eso, aunque no es precisamente una novela negra al uso, Álvaro Silva me ha deslumbrado con Camina la noche, la historia de un error policial en el Madrid de los últimos días de julio de 1936, donde conoceremos a un desdichado,  confundido con un colaborador del golpe militar y que acaba siendo arrestado y sometido a tortura.

Con esta premisa tan amarga y dura, tan amarga y dura como la época en que la novela está ambientada, el autor nos presenta a los distintos personajes implicados, todos ellos, en principio, buenas personas, pero a los que los acontecimientos les llevarán a comportarse de un modo u otro. No se trata de una novela sobre la Guerra Civil con personajes malvados y fanatizados, no, sino precisamente de todo lo contrario. Los protagonistas son honestos, ecuánimes, justos, pero la cobardía, el amor, el sentido del sacrificio, el afán de supervivencia, el heroísmo o el sentido común determinarán su comportamiento.

Álvaro Silva huye del maniqueísmo y su prosa contundente y la administración hábil de información hacen que quien lea esta novela permanezca pegado a sus páginas, intrigado por las pesquisas policiales y la peripecia vital de sus personajes.

Si a estas virtudes unimos una serie de reflexiones, perfectamente engarzadas en el desarrollo de la acción y el carácter de sus protagonistas, sobre el sentimiento religioso, el sentido de la vida, la culpa, el amor o el perdón, podemos decir que Silva ha sabido emparentar con éxito Camina la noche con el humanismo literario del siglo pasado, desprendiendo un nada oculto aroma a Unamuno y Camus.


viernes, 2 de septiembre de 2016

El mal, de Roberto Constantini

Este verano he tenido la ocasión de leer Tú eres el mal y Las raíces del mal, las dos primeras novelas que Roberto Constantini publica en español.

El autor, nacido en Trípoli (Libia), al igual que nuestro adorado Tim Pinks, crea en estas dos historias la figura del comisario Balistreri, una especie de alter ego del propio Contantini. Alter ego en lo biográfico, ya que Michele Mike Balistreri también es nacido en Libia, nieto de los colonos que la Italia de Mussolini envió a sus provincias de Tripolitania y Cirenaica en los años 20 y 30 del siglo XX.

Colonos italianos desembarcando en Libia en 1938 (www.paolocason.it)

Tal vez sea este el aspecto que más me haya atraído de ambas novelas, sobre todo de Las raíces del mal: el trasfondo histórico y político, ya que en Las raíces... se describen los modos de vida postcolonial de la comunidad italiana en Libia (tanto de la acomodada como de la más humilde) y sus relaciones con la población árabe (hasta el golpe de estado de Gadafi en 1969). En cambio en Tú eres el mal la corrupción y las conexiones mafia-política-Iglesia-televisión-empresariado son las que acaparan el mayor protagonismo.

En ambas novelas el hilo conductor de la trama es la investigación de distintos asesinatos de mujeres. En este aspecto Constantini dosifica la intriga con maestría aunque, como comento, no sea este el aspecto que más me atraiga, ya que me quedo con su estilo y con la ambientación del último medio siglo de historia italiana y libia.

Y, ah, por cierto, el autor también da muestras de un amor desaforado por el fútbol, que se observa en la relevancia que desempeñan en las dos novelas las tres finales mundialistas jugadas por Italia en las últimas décadas (México '70, España '82 y Alemania '06) y en los nombres de algunos de sus protagonistas (Lacatus, Hagi, Messi...).