lunes, 11 de abril de 2016

Mers-el-Kebir o el Pearl Harbor francés

En la madrugada del 3 de julio de 1940, una flota británica compuesta por el portaaviones Ark Royal y los acorazados Hood, Valiant y Resolution partió de Gibraltar con destino a la costa argelina. Su objetivo, conseguir la rendición de la armada francesa anclada en Mers-el-Kebir, la antigua Mazalquivir.

Tras el armisticio firmado con Hitler, la Francia de Vichy se convirtió en una nación pseudoneutral y Mers-el-Kebir en su más importante base naval.

En plena batalla de Inglaterra, Gran Bretaña no podía permitir que la flota francesa pudiera inclinarse a favor de italianos y alemanes en el Mediterráneo. Por eso, el objetivo de la fuerza H de los almirantes Cunningham y Sommerville era conseguir que los buques franceses abandonasen Argelia y se desplazaran al Caribe francés, desde donde no pudieran interferir en el teatro de operaciones europeo.

Ante el ultimátum británico, el almirante Gensoul, temiendo la reacción alemana en la Francia continental si se rendía, no supo qué contestar. Y, ante tal indecisión, la Royal Navy inició el bombardeo aeronaval que se llevó por delante la vida de más de 1.000 marineros franceses y echó a pique el acorazado Bretagne e inutilizó el Provence y el Dunkerque.



Durante años, los franceses consideraron este ataque por sorpresa como una traición infame de los ingleses, y no son pocos los historiadores que llaman a esta batalla el Pearl Harbor francés. Aún hoy en día, la ultraderecha gala aprovecha este episodio para enervar sus postulados antieuropeos y antibritánicos.


Peio Aranguren vivió el ataque en primera persona, desde el paseo marítimo de Orán. Vestido, ya, son el uniforme de la Legión Extranjera y en compañía de su camarada Marcial Ruiz, los cigarrillos Gauloises humeantes en el cenicero de metal, la botella de vino argelino frío y peleón que tiembla sobre la mesa de madera al compás de las explosiones

Ante sus ojos se elevaron las columnas de humo y el suelo adoquinado vibró bajo sus pies.




 

martes, 5 de abril de 2016

Cardamomo, de Diana Al Azem

La actualidad siempre ha supuesto una fuente de inspiración para la construcción de novelas. Por desgracia, dicha actualidad viene frecuentemente vinculada a las tragedias que conllevan las guerras. La última, la que tiene como escenario a Siria y ha provocado la crisis de los refugiados, esos miles de seres humanos que Europa está rechazando de modo vergonzoso.

Es este el marco que la autora andaluza de origen sirio Diana Al Azem ha escogido para ambientar su última novela, Cardamomo. En ella, un acomodado médico australiano se desplaza a Damasco como voluntario en un hospital en el que tendrá que enfrentarse a las terribles consecuencias de la violencia que vive Siria.

La autora aprovecha esta circunstancia para mostrarnos el choque entre culturas y valores (tema que me apasiona) y la evolución que sufre este protagonista desde el momento en el que conoce a una adolescente siria, vendedora de especias, con la que comenzará un romance, no siempre fácil.

La historia que nos cuenta Cardamomo supone una lectura reconfortante dentro de un escenario tan dramático como el que está viviendo Siria, ya que en la novela se apuesta por valores como la empatía, la honestidad o la solidaridad. En este sentido, es de agradecer que las novelas de corte romántico apuesten por este acercamiento a crudas realidades sociales (un ejemplo muy notable de este interés lo encontramos en La proposición de Carola, novela en la que su autora, Idoia Saralegui, nos trasladaba a la Colombia de los últimos coletazos del narcoterrorismo y la violencia política).

Si a todos estos valores humanos sumamos que la novela cuenta con un lenguaje directo, ágil y fluido podemos afirmar que nos encontramos ante una novela más que apreciable, no solo desde el punto de vista literario sino, también, como ejemplo de esperanza para esa tragedia que vive la orilla oriental del Mediterráneo.


 

lunes, 14 de marzo de 2016

El mapa de un crimen, de Paco López Mengual

En este mundo en el que parece que la literatura se vendiera a peso, encontrar grandes novelas en doscientas páginas constituye, en sí misma, toda una alegría.

No conocía a Paco López Mengual. Bueno, y no lo conozco. Lo que quiero decir es que no le había leído nada. Pero, ya se sabe, te acercas un día a la librería de tu calle y te llevas un par de recomendaciones debajo del brazo.

Y el recomendador acierta, claro.

Como tema literario, soy muy forofo de la influencia de hechos pasados en comportamientos actuales, lo reconozco. Cuando una novela juega con este elemento, me tiene casi ganado. Pero sin estilo literario ni estructura narrativa adecuada no conseguirá derrotarme. En cambio, si además de estilo y estructura, le añade pinceladas de thriller histórico-político, de intriga amorosa y de novela negra, me ganará por goleada.

Y estos son los elementos más poderosos de El mapa de un crimen.

A esa trama compleja y bien resuelta, se le añade una estructura en forma de puzle, donde cada personaje ofrece su visión de los acontecimientos y su propia vida, a modo de mapa, precisamente. Unos personajes construidos sobre detallitos, sin necesidad de grandes descripciones ni biografías prolijas.

No hacen falta miles de páginas para conseguir un gran libro.

No.

A veces basta con doscientas.
 

lunes, 29 de febrero de 2016

Orán ya no te quiere, en Culturamas

Marta Marne, alma y dedos de Leer sin prisa, reseña Orán ya no te quiere en la revista Culturamas.



Leire lleva una vida tranquila en Pamplona. Es camarera en un bar por las mañanas. A pesar de su juventud es una de esas personas que aprecian y disfrutan de los pequeños detalles, de los clientes que pasan por el bar cada día. A por un café, a por el desayuno, a por un vino, a por un vermout. Ese tipo de clientela con la que acabas forjando algo más que una relación de camarero-cliente.

Quizá por eso es una de esas extrañas jóvenes que están en peligro de extinción que visita a su abuelo en la residencia donde vive siempre que tiene ocasión. No busca excusas y pasea con él por las tardes. Ella le regala su compañía y él sus historias.

Leire es la única ya que va a visitar a Peio. Su hijo y su nuera parece ser que desde poco antes de la muerte de la abuela no quieren saber nada de él. Leire desconoce el gran secreto de la familia y no le importa. Pero poco a poco, historia tras historia, su curiosidad va en aumento.

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Imagen: Leer sin prisa





 

martes, 16 de febrero de 2016

IV Potes y Libros

La Peña Anaitasuna celebra una nueva edición de los encuentros Potes y Libros. En esta ocasión echaremos una mirada a la Historia de Navarra a través de tres novelistas, Juan Torres, Begoña Pro y Mikel Zuza.



De la mano de Juan Torres y su novela Pompelo. El sueño de Abisunhar conoceremos cómo se produjo la llegada de Pompeyo a nuestra tierra y sus contactos con los vascones en el marco de las guerras civiles sertorianas (siglo I a.c.).

Daremos un salto en el tiempo con Begoña Pro y La chanson de los infanzones, saga histórica cuyas dos primeras novelas, El anillo del leal y La dama del velo y el laurel están ambientadas en la época de Sancho el Fuerte (siglos XII-XIII).

Mikel Zuza imaginó un desenlace diferente a la invasión castellana de 1512 y lo noveló en Causa perdida, un homenaje a nuestro pasado y a los libros.

Como veis, tres aproximaciones a tres épocas clave de nuestra Historia.

El 25 de febrero en la Peña Anaitasuna, en San Francisco 14 (Pamplona-Iruñea). A las 8 de la tarde.

Con un pote en la mano.

lunes, 8 de febrero de 2016

La violencia justa, de Andreu Martín

Pocos títulos polisémicos resultan tan atinados como el que nos regala el maestro Andreu Martín en La violencia justa. Porque ese contraste entre los conceptos de proporcionalidad y justicia asociados a algo tan, a priori, repulsivo como la violencia, es, precisamente, el hilo conductor de su última obra.

Esta es una novela negra que trata sobre temas como la violencia machista, la prostitución infantil y la venganza, pero es también una historia de amor y redención. Narrada desde la perspectiva de cada uno de sus dos protagonistas (Teresa es uno de los personajes mejor caracterizados de los últimos tiempos, con un lenguaje propio que la hace única), Andreu eleva la intriga a cada página en otra de sus habituales lecciones de construcción literaria.

Porque sin duda, la mayor virtud de La violencia justa es la forma en la que ha sido escrita. Una forma que invita a que se lea y disfrute de forma pausada, en un nuevo ejemplo de la particular forma del autor de entender la literatura, alejada de las prisas y la lectura rápida, que tan acertadamente comparó con la comida basura en la última edición de Pamplona Negra.

 

miércoles, 3 de febrero de 2016

El mapa (mental) de Orán

Cuando uno se pone a ordenar papeles puede llevarse sorpresas: cartas, postales, facturas (pagadas y sin pagar), propagandas y, a veces, el boceto de una novela.

Como este mapa mental sobre el que empecé a armar Orán ya no te quiere, allá por 2009, nada menos. Me hace gracia reencontrarme con este galimatías de personajes, escenarios y saltos temporales, tramas que ni llegaron a redactarse, escenas escritas que fueron descartadas y otros hilos que sí acabaron plasmados en la novela.

Flechas, notas, garabatos y referencias. Fechas, nombres y lugares.


 
Todo, todo, en un folio.

Me hace gracia, sí, porque ni yo mismo me entiendo.

Ni sé cómo pude apañármelas para que, al final, todo encajara.

 

lunes, 1 de febrero de 2016

Fiat Lux #11

Con un poco de retraso, ya está en la Estafeta el número de invierno de Fiat Lux. Como siempre, nos encontramos ante una revista compleja, sesuda, rigurosa y apasionante, imprescindible en el mundo de los sucesos y el género negro.



Este trimestre, entre otras cosas, tocan reflexiones sobre gastronomía caníbal, un reportaje sobre los kaibiles guatemaltecos, asesinatos de millonarios en la Costa del Sol y de parejas jóvenes en Florencia, fotografías de autores de novela negra por Laura Muñoz, la geografía de Don Winslow, la última entrega del Diario de Max Luminaria/David Llorente, un diálogo entre Bellón y Julián Ibáñez, recomendaciones de libros, pelis y series y... Orán ya no te quiere.



 

miércoles, 13 de enero de 2016

Juegos de cloaca - Estolda jolasak, de Jon Arretxe

Tras la amarga, amarguísima, Sombras de la nada, regresa Touré a nuestras librerías. Y llega traumatizado, como no podía ser de otra forma, tras lo mucho que le hizo sufrir Jon Arretxe entonces.

En Juegos de cloaca el detective privado más africano de Bilbao regresa a su continente pero no a su Burkina Fasso natal, no, sino a Bamako, capital de la vecina Mali. En esta nueva entrega se mantiene el tono duro y amargo de su predecesora, permanecen los viejos personajes bilbaínos de la Pequeña África pero también conoceremos a una galería de malienses, hospitalarios, solidarios y humildes, pese a las corruptelas y miseria que les rodean (corruptelas y miseria que también nos rodean en Europa, por otra parte).

Pese a ese pesimismo predominante, sí que vuelven algunos ramalazos del humor de los primeros Tourés, como los que se observan en el funcionamiento de la oficina de derechos de autor de Mali.

Si andas por Pamplona-Iruñea este jueves 14 de enero, acércate a Elkar Comedias, donde a las 18.30 Carlos Bassas y yo acompañaremos a Jon Arretxe en el bautizo pamplonés de estos Juegos de cloaca (don Alejandro Pedregosa se nos ha caído del cartel).



 

martes, 5 de enero de 2016

Orán ya no te quiere, en Gara

El pasado 28 de diciembre, Gara publicó esta entrevista en la que, como podéis ver, Patxi Irurzun me trata con mucho respeto.



 Foto: Juan de la Cruz

“La historia de alguien que ha vivido tres guerras tenía que ser inevitablemente negra”
Carlos Erice. Escritor

La última novela del escritor de la calle Estafeta, Orán ya no te quiere, mantiene su sello personal, vuelve a ser un thriller político ambientado en el África colonial, en este caso la Argelia bajo dominación francesa, pero esta vez también retrata su propia ciudad, la Iruñea de 2015 o nos lleva hasta los sanfermines de 1936.

Patxi Irurzun. Iruñea

Orán ya no te quiere es la tercera novela de Carlos Erice, tras Beautiful Rhodesia, ganadora del premio López Torrijos en 2011, y de La granja de Perla, que publicó hace solo unos meses. Caprichos del mundo literario. La editorial granadina Traspiés le buscó para inaugurar su colección de novela criminal y él sacó del cajón esta historia de intriga, a caballo entre tres guerras, que nos lleva desde los kebabs de la Iruñea de hoy en día a la Orán colonial con plaza de toros y en la que se comía paella.

Pero usted no ha estado nunca en África…
No, pero soy un poco tramposo, porque me voy a otro continente, a Argelia, sí, pero utilizo la época en que estaba bajo dominio francés. En Orán la mayoría de los habitantes eran de origen europeo y de estos la mayoría españoles, almerienses, alicantinos…Es arriesgado intentar recrear esa época que ya no existe, pero a la vez resulta muy interesante, muy literario, y si además la imaginación del autor ya se las apaña para inventar la peripecia de un chaval de Pamplona, que en los años cuarenta acaba en Orán ,es cuando encajan todas las piezas del puzle de esta historia, en la que una de las protagonistas, Leire, va a visitar a su abuelo a una residencia de ancianos en Pamplona, La Meca, y este, Peio Aranguren le cuenta su historia: como huyó de Pamplona después del golpe de Mola, cómo combatió en la guerra civil, en la segunda guerra mundial y cómo acabó finalmente exiliado en Argelia.

¿Cómo ha sido su método de trabajo para recrear el Orán de esa época?
Por una parte me gusta leer mucha literatura ambientada en los lugares y en los periodos que quiero retratar. En este caso por ejemplo, Albert Camus, que era argelino y allí, en su Orán natal,  ambientó libros como La peste o El extranjero; o a otros como Yasmina Kadra. Y por otra parte, recurrir a las fuentes. Por ejemplo, con mi precario francés envié un mensaje al ayuntamiento de Orán solicitando un plano con las denominaciones de las calles de entonces, que me enviaron y contrasté con las actuales…

Otros pasajes, sin embargo transcurren en Pamplona, y hay quien ha dicho incluso que el libro es una guía de bares de la ciudad.
De bares y de librerías, ¿eh? Sí,  quería describir la Pamplona actual que también hoy se está convirtiendo en una ciudad mestiza, como aquel Orán, y por eso el tercer personaje de la novela es es Mehdi, un argelino que tiene mucho interés en conocer al abuelo de Leire… Pero sobre eso no puedo contar mucho más… Todo ello me sirve para retratar como vemos nosotros a nuestros vecinos, venidos de otros países,  y también cómo ellos nos ven a nosotros…

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